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Facebook no quiere usuarios pasivos

IMPULSO/ Edición Web
San Francisco, Cal
Una red que poco a poco luce desierta de contenido social y más de contenido promocionado. La silenciosa transformación de Facebook que ahora Mark Zuckerberg, su fundador, intenta revertir.

En este mes se efectuó el anuncio sobre cambios en su algoritmo para fomentar la participación de los usuarios ya que, según las estadísticas, en los últimos meses cada vez menos usuarios publican contenido en esta red social.

La decisión llegó luego de que Facebook estuviera involucrado en varias controversias por inflar sus estadísticas de reproducción de videos y que gran parte de los más de 2 mil millones de usuarios, que en su mayoría consumen noticias, estuvieran expuestos a publicaciones de dudosa veracidad.

Por motivos como estos, varios países tienen a Facebook en la mira, y la red social es la protagonista de diversas causas judiciales por cuestiones de monopolio, falta de competencia y evasión de impuestos.

Más y menos

Los primeros nueve meses de 2017 la red facturó más de 25 mil millones de dólares, por lo que avizorar su extinción resultaría inapropiado, pero tomando en cuenta que, desde que se masificó internet, servicios y herramientas como MSN Messenger, Blogger, ICQ, entre otros, tienen en común haber tenido gran popularidad para luego caer en desgracia y dejar de existir, mantiene la posibilidad latente.

Algunos de los inversores de Facebook temen que algo similar suceda con la empresa de Zuckerberg luego de la decisión de la red social de dar menor relevancia a las noticias y más a la interacción entre usuarios.

Otro tipo de empresas se basan en productos y servicios mucho más sólidos y no dependen del contenido de los usuarios.

Un ejemplo es Google. El gigante de internet domina el mercado de búsquedas online, pero también ofrece mapas, un asistente virtual, YouTube, correo electrónico, calendarios, el sistema operativo móvil Android, e incluso crece en el segmento de hardware ofreciendo teléfonos y otro tipo de equipos.

Apple por su parte también tiene un abanico variado de productos y servicios: computadoras, teléfonos, accesorios, sistemas de la nube y software de todo tipo.

Dependencia

El problema de Facebook es que sus productos se basan únicamente en el contenido de los usuarios. Si los usuarios no suben fotos, videos o contenido general en Facebook, la red social muere.

Lo mismo sucede con Instagram y el mismo escenario sufre WhatsApp. Estos son los tres principales servicios de Facebook y todos dependen del contenido de los usuarios, en el marco de una industria volátil en la que un nuevo jugador puede rápidamente cambiar el escenario por completo.

El caso de Facebook es notable. Cualquier persona que observe su muro o feed verá que cada vez menos amigos o contactos publican contenido propio. A lo sumo, republican alguna historia, le dan Like a algún video o ponen el nombre de un contacto en alguna publicación divertida.

Pero hacer el ejercicio de ver cuándo publicaron por última vez nuestros contactos nos da un panorama claro de un problema serio para Facebook: los usuarios ya no están interesados en participar activamente como lo hacían antes, y Facebook tardó en darse cuenta. La mayoría de sus usuarios son pasivos.

Facebook tardó tanto en reaccionar, que el consumo de noticias dentro de la red social creció más que ningún otro tipo de contenido. Con el propósito de monetizar esas visitas en su sitio y alegrar a los inversores con buenos resultados financieros, la empresa pasó por alto que muchas de esas noticias eran falsas, llevaban a los usuarios a sitios fraudulentos o incluso eran promociones pagadas, como en el caso de la intervención de Rusia en las elecciones presidenciales de Estados Unidos, situación en la que Facebook admitió responsabilidad y reaccionó, aunque lo hizo muy tarde.

Se reproduce

Facebook depende tanto del contenido de los usuarios, que su principal temor es que la gente elija otros servicios. Eso pasó con Snapchat, que durante meses creció muy rápidamente.

La empresa notó la amenaza e intento comprar Snapchat –lo mismo que hizo con Instagram tiempo atrás– pero la oferta no prosperó.

Entonces Zuckerberg decidió copiar algunas de las funciones principales de Snapchat en la plataforma de Instagram, y así fue que nacieron las historias.

Entonces, los usuarios de esa red social empezaron a usar esa herramienta de publicaciones que tienen una duración limitada. Lo mismo hizo el creador de Facebook en la empresa madre y WhatsApp, pero en esos dos casos, los usuarios no acompañaron al mismo nivel que en Instagram.

Lo notable en el caso de Instagram es que puede suceder algo parecido a lo que sucedió en Facebook: podría pasar que la nueva herramienta inspirada en Snapchat genere que los usuarios publiquen menos (o dejen de subir) fotos y sólo usen la red social para publicar más contenido en sus historias, que se borran a las 24 horas.

Según los analistas, este es el caso, y a pesar de que el uso de Instagram no cayó, los accionistas de Facebook temen que este cambio en Instagram no haya sido positivo.

Juego de falsedades

No es accidental que Facebook sea el destino de noticias falsas. La empresa trabaja fuertemente en todo el mundo para que gobiernos y partidos políticos inviertan grandes sumas de dinero en publicidad.

Eso incluye, por ejemplo, trabajar para gobiernos denunciados por crímenes contra la humanidad, como el caso de Rodrigo Duterte en Filipinas, acusado de matanzas extrajudiciales y de censurar a los medios de comunicación.

Facebook tiene un equipo especial dedicado a crear herramientas para los políticos. En el caso de Argentina, para el Gobierno de Mauricio Macri, Facebook es uno de sus canales de comunicación favoritos.

Lo curioso es que, según varios expertos, a pesar de tener presencia en Argentina, Facebook no emite facturación local, sino vía Irlanda.

De acuerdo al testimonio de exempleados de Facebook a la compañía de medios estadunidense MSNBC, las noticias falsas nunca fueron una prioridad para la empresa.

Un equipo muy limitado de personas se dedica a revisar contenidos sospechosos, y estaban abocados a buscar solamente situaciones violentas o pornografía.

Nunca fue prioridad monitorear las noticias falsas. Sin embargo, luego de que los ejecutivos admitieran que no actuaron bien durante la elección estadunidense de 2016, la compañía actualmente tiene unos 10 mil empleados revisando contenido, y buscan duplicar esa cifra este año, aunque para algunos analistas ya es muy tarde. ZOCALO

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