IMPULSO/ Agencia SUN
Ciudad De México
Como sucede desde el 5 de enero de 1997, la temporada para los Cowboys de Dallas terminará sin el trofeo Vince Lombardi. Los Cowboys están eliminados de la postemporada un año después de ganar 13 partidos; algo que ya les había ocurrido en la campaña de 2008 cuando Jason Garrett era el coordinador ofensivo.
Cada campaña el Super Bowl es una obligación en Dallas, pero ya suman 20 años que la organización no cumple con su ADN. Ahora como entrenador en jefe, Garret carga con el fracaso de los Cowboys.
Una amplia gama de cuestiones y variables han impedido que los Cowboys lleguen a los Playoffs en cinco de las siete temporadas completas bajo el mando de Garrett, que por ahora parece seguro en su puesto de acuerdo a las declaraciones del dueño Jerry Jones, pero que no esconden las deficiencias como equipo.
Elliott fue productivo contra Seattle al correr 97 yardas en 24 acarreos casi todo en los primeros dos cuartos. Con su caballo de batalla con seis semanas de descanso, Garret y su coordinador ofensivo Scott Linehan prefirieron ir por aire cuando quedó demostrado que la mancuerna entre el quarerback Dak Prescott y el mejor receptor Dez Bryant, está rota.
Durante los seis encuentros que Elliott pasó fuera, Bryant no tuvo un partidos de más de 75 yardas. Bryant tiene22 partidos sin superar las 100 yardas en juego y contra Seahawks dejó caer balones que eran atrapables.
Los Cowboys no pudieron anotar un touchdown contra una defensa lesionada de los Seahawks que había permitido 72 puntos en los dos partidos anteriores. Dallas promedia 17.4 puntos en los más recientes siete encuentros.
Dak Prescott terminó el juego de Nochebuena con dos pases interceptados y rating de 51.4. En los últimos seis partidos el quarterback de Dallas no obtuvo un rating mayor de 61 y apenas lanzó para 200 o más yardas en tres de los más recientes nueve juegos. Las dos intercepciones de Prescott se convirtieron en puntos para Seattle. La primera fue devuelta a las diagonales por el cornerback Justin Coleman.
La segunda fue una bola que dejo caer Bryant cuando estaban en la yarda 25 de Seahawks. Esta campaña la ofensiva de los Cowboys se ubica en el décimo cuarto lugar de la NFL cuando el año pasado fueron la sexta.
Garrett podrá echar la culpa a las lesiones y ausencias, pero le falta carácter para regresar a Dallas a un Super Bowl que es algo que anhelan desde hace 20 años.