Diciembre 22, 2024
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Jefe de Armada despedido tras tragedia de submarino ARA

IMPULSO/ Edición Web
Argentina
El jefe de la Armada argentina, almirante Marcelo Srur, fue destituido este sábado de su cargo como consecuencia de la tragedia del submarino “ARA San Juan” con 44 tripulantes a bordo, que desapareció hace un mes por razones aún desconocidas.
La búsqueda para ubicar al “ARA San Juan” continúa en aguas del Atlántico Sur, pero no hay esperanzas de encontrar sobrevivientes.
“El ministro de Defensa le solicitó el pase a retiro (al almirante Srur). Es una decisión política”, informó un oficial de la Armada (marina de guerra) que pidió anonimato.
El almirante Srur es el quinto oficial de alto rango en ser relevado de sus funciones en las últimas semanas. Expertos navales han anunciado que el presidente Mauricio Macri decidió emprender una renovación en la cúpula de la marina.
Familias perplejas
Algunos de los familiares de los 44 submarinistas desaparecidos han criticado a la Armada por sospechar que ocultó información y exigen la creación de una comisión investigadora del Parlamento. El viernes, se manifestaron en las ciudades de Mar del Plata y en Buenos Aires.
La Armada no tiene buena prensa en Argentina. Durante la dictadura militar (1976-1983), muchas bases navales se convirtieron en centros de detención y tortura.
La desaparición del “ARA San Juan” es el primer gran golpe para la marina desde la Guerra de las Malvinas en 1982, perdida por Argentina contra el Reino Unido.
En los próximos días se formará una comisión investigadora interna de la marina, integrada, entre otros oficiales, por el capitán de navío retirado Jorge Bergallo, padre del segundo comandante del “ARA San Juan”, Jorge Ignacio Bergallo, según fuentes oficiales citadas por la agencia estatal Télam.
La pérdida del submarino llevó además a la apertura de una investigación judicial para establecer responsabilidades por una jueza de la localidad de Caleta Olivia, puerto de la Patagonia y jurisdicción generalmente responsable de la investigación de asuntos marítimos.
La Armada abandonó la esperanza de encontrar sobrevivientes y se concentró en hallar al submarino, que durante su última comunicación el 15 de noviembre había informado sobre la superación de una falla en el sistema de baterías.
Ese día, navegaba rumbo a la base naval de Mar del Plata, su puerto de origen, 400 kilómetros al sur de Buenos Aires, después de haber partido unos días antes desde Ushuaia, en el extremo sur del continente americano.
Un organismo internacional que rastrea ensayos nucleares informó de una explosión submarina no lejos de la última posición reportada por el San Juan tres horas después del último contacto con el sumergible.
Dos barcos, uno británico y otro argentino, exploraban el sábado con sonares el área donde desapareció el submarino, anunció la Armada argentina.
Los barcos estadounidenses “Atlantis” y el ruso “Yantar” participan en la búsqueda. Tienen a bordo los equipos más sofisticados, incluidos minisumergibles capaces de alcanzar los 6.000 metros de profundidad.
En la cúspide de la investigación, más de una decena de países enviaron embarcaciones militares, buques oceanográficos o aviones al Atlántico Sur para colaborar en las tareas de búsqueda.
Según el oficial argentino consultado por la AFP, será cada vez más difícil ubicar al “ARA San Juan”, un submarino militar a propulsión de diésel de 65 metros de eslora, a medida que los recursos desplegados para la búsqueda disminuyan en cantidad.
“Mientras hubo esperanza para rescatar a la tripulación el esfuerzo logístico fue considerable, pero la solidaridad internacional no puede durar para siempre”, dijo. “Es posible que no sea encontrado nunca, es posible localizarlo en el fondo y que se lo pueda fotografiar”, agregó.
Por otro lado, excluyó que en esta etapa se puedan recuperar los cuerpos de los submarinistas y traerlos a la superficie o que sea posible remolcar el submarino a la costa, a fin de determinar las causas de la tragedia.
La desaparición del “ARA San Juan” es el accidente más grave desde el hundimiento del submarino nuclear ruso “Kursk” en el Ártico, que mató a 118 personas en una explosión.

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