Mexicaltzingo
IMPULSO/Ángel Díaz del Río
El gobernador Alfredo Del Mazo Maza empezará el año nuevo con mucho brío, con muchos planes y proyectos y sin duda uno de los más importantes será la puesta en marcha de los programas sociales destinados a las mujeres, como el “Salario Rosa” y todo lo que deriva de ese proyecto que es muy ambicioso, pues no sólo contempla la tarjeta donde le depositarán su dinerito a las mujeres que califiquen para ello, sino que abarcará otras aristas relacionadas con la salud, el empleo, la vivienda y la educación.
Por ello en estos momentos todo es agitación en la Secretaría de Desarrollo Social que dirige Erick Sevilla Montes de Oca. Todos trabajan a marchas forzadas, sobre todo en el Consejo Estatal para la Mujer y Bienestar Social a cargo de Melissa Vargas Camacho, pues esta instancia de gobierno será la encargada de sacar adelante este programa, que repito, es quizás el más ambicioso del gobernador Del Mazo.
Seguramente muchos colaboradores de Melissa se quedarán sin vacaciones para armar los protocolos administrativos y las reglas de operación, pues la intención es que en los primeros días del año, Alfredo Del Mazo inicie este proyecto.
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Ya le platicaba la semana pasada que el ambiente político entre los priistas de Mexicaltzingo está bien calientito. En aquella entrega hablamos del ex alcalde Emigdio Villanueva y su trabajo para apoyar a gente de su grupo.
Bueno, pues el domingo por la noche llegó a mi correo un interesante mensaje que transcribo literal por considerarlo de interés.
“Señor columnista, no se vale que hable sólo de algunas personas de Mexicaltzingo interesadas en participar en el proceso electoral. Para ser parejos tendría usted que hablar de todos los involucrados, todos los que quieren y todos los que están metiendo las manos.
Allí tiene usted por ejemplo a la presidenta municipal, Sara Vázque Alatorre, pues en el pueblo todos sabemos que está apoyando con toda su influencia y sin cuidarse, al secretario del ayuntamiento Óscar Sánchez y al secretario técnico de Seguridad Pública, Ernesto Cuenca.
Porqué no habla allí, en su columna, de los escándalos que han protagonizado en plena vía pública los parientes de Óscar Sánchez y de los problemas que ha tenido con la presidenta y que en el pueblo todos los conocemos.
Porqué no dice también que el tío de Ernesto Cuenca, Ángel Cuenca, es pre candidato por el Movimiento Ciudadano. Todos sabemos en el pueblo que su familia ha militado de toda la vida en el Partido del Trabajo y ahora se pasaron al Movimiento Ciudadano.
Y sí, tiene razón, cuando habla de la colonia San Isidro. Es la más importante del municipio y la más abandonada. Sabía usted que la actual presidenta municipal Sara Vázques Alatorre mandó pavimentar varias calles en esa comunidad, para quedar bien con sus vecinos y obligarlos a que voten por los suyos, pero a la presidenta y a sus técnicos se les olvidó un pequeño detalle, no metieron el drenaje y ahora tendrán que romper el pavimento y volver a pavimentar. No le parece grave eso, porqué no lo dice en su columna o qué le pagaron bien para que sólo hablará mal de algunos”-
Hasta allí, querido lector el contenido de la misiva que recibí en el correo la noche del domingo. La transcribí literal para que veamos que efectivamente la cuestión política está bien calientita entre los priistas de ese cercano municipio.
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Todavía no empiezan las campañas, vaya, ni las pre campañas y ya Andrés Manuel López habla de que ya todos se confabularon, ooootra vez en su contra. Allá en Villa Victoria vino a decir que todos los demás partidos han hecho causa común para echarle montón. Creo que ese hombre no quiere ser presidente de México. Quiere convertirse en el mártir de la política. Pasar a la historia del país como el eterno despojado. Eso parece.
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Y nada, que los antorchistas se aparecen otra vez por los rumbos de Toluca para fastidiar a los capitalinos mexiquenses. Ahora ya no quieren concesiones para sus ocho mil unidades de transporte que circulan de manera ilegal; ahora quieren fertilizantes y agroquímicos para los miles de campesinos que militan en sus filas.
Piden y piden y exigen como si fuera obligación del gobierno darles todo lo que pidan. Ya me imagino al gobernador Alfredo Del Mazo sentado en su oficina, pendiente de las ocurrencias de los antorchistas. No señores, hay que trabajar para merecer.
