IMPULSO/ Félix Morriña
Frankie Goes To Hollywood, dignos representantes sonoros del tercer sexo
Quedé gratamente sorprendido de la capacidad vocal y del elegante porte gay del petiso actor y cantante inglés Ryan Molloy cuando, buscando “rarezas” musicales en Youtube, di con el brillante video del grupo británico Frankie Goes To Hollywood (FGTH), donde militó Molloy del 2004 al 2007. El video en cuestión, “The Prince’s Trust”, llevado a cabo en la Wembley Arena de Londres, Inglaterra, acaba de cumplir 13 años el pasado 11 de noviembre. No hay mejor momento para celebrar, tanto para el exitoso grupo de los años 80 dentro del tecno-pop, la new wave, el pop rock y el dance, como para este interlocutor que el 20 de noviembre llega a los “47 renacimientos”.
El documento visual trata del homenaje a la carrera de productor musical Trevor Horn, cofundador del sello discográfico independiente ZTT Records, quien es celebrado por los miembros originales de Frankie Goes To Hollywood: el bajista Mark O’Toole, el baterista Peter “Ped” Gill y el cantante y bailarín Paul Rutherford, quien aparece sin su tradicional bigote sexy-gay, pero con la fortaleza de un veterano de mil batallas sobre un escenario. Participa también otro ex miembro del grupo el guitarrista Jed O’Toole, quien estuvo en la última etapa de la banda, del 2005 al 2007, año en el que desaparecieron del mapa internacional.
Cabe destacar que, para esta presentación, hubo muchos intentos de productores discográficos, managers, promotores y oportunistas de reconciliar a los mencionados miembros de FGTH con su otrora líder fundador y cantante, el “flamboyant” (extrovertido) cantante Holly Johnson, pero éste decidió alejarse de sus ex compañeros por diferencias en la dirección que debía tomar la banda para recibir la década de los años 90. La separación del carismático Johnson se dio en 1987.
El seis cuerdas Brian Nash, también fundador de la agrupación, tampoco participó en este concierto registrado en video, ni en las posteriores reuniones. Es más, hubo intentos, en el 2003, de la entonces poderosa VH1 de reunirlos bajo su concepto de Bands Reunited, un programa especializado en videos por televisión de paga que apostaba a reunir a leyendas poperas del rock para tener rating y mantener el buen gusto entre su audiencia, que en aquella época eran millones en el orbe.
Para esta especial presentación homenaje a Trevor Horn, el también “flamboyant” cantante Ryan Molloy, salió vestido con un elegante traje oscuro sin camisa, en lugar de ésta usó un diseño “grecoromano” que tapa solamente cuello y brazos; unas gafas oscuras estilo setentero, que al quitárselas dejó ver un excelente maquillaje que (sobre) resaltan su ojos azul cielo. Su capacidad histriónica me hizo olvidar al mítico líder Holly Jhonson en todo momento. Su brillante talento para cantar “Welcome To The Pleasuredome”, “Two Tribes” y “Relax”, el himno gay de la mitad de los años 80, cuando la generación del llamado “Tercer Sexo” entró en boga en el mundo del pop glam rock (con gran influencia del maestro de maestros David Bowie); me hicieron recordar mis extremas aventuras en el “Bar el 9” de la otrora bastarda Zona Rosa de la hoy CDMX.
El atuendo del cuarentón Ryan Molloy (quien cumplirá 45 años el 21 de noviembre, curiosamente, un día después que su “Servibar y amigo” haya “Renacido” con 47), me remontó a las Drag Queens defeñas y extranjeras; a los chichifos; a los niños y niñas bien de las Lomas de Chapultepec y San Ángel buscando experimentar; a los voyeuristas sexuales del Samborns del Ángel de la Independencia; a los vendedores de almas transexuales; a los proxenetas profesionales, y todo lo que tenía que ver con el mercado sexual en el México de mediados de los años 80 y gran parte de los 90.
Recuerdo haber tenido algunos “coloridos” casetes piratas de la colección de FGTH en casa de mis tutores y amigas-(des) amores, pero tengo en la memoria un disco en especial, el que da título al tema con el que inicia el video en cuestión de “The Prince’s Trust”, es decir, “Welcome To The Pleasuredome” (1984), porque dejaba anonadado a todos los que no éramos parte del movimiento de manera integral (activo-pasivo), tan sólo conocedores de la música del grupo y “simples” observadores de las escenas sexuales en vivo y en directo. ¡El terror sicológico y social del VIH-Sida no nos dejaba ser tan libres y libertinos como hubiéramos querido, señoras y señores!
Rememoro cuando ponía a temblar a mis amigos pre-adultos y dizque “abusadores sexuales de barrio”, a principios de los años 90, al mostrarles este disco en las fiestas disco-high energy de mis anteriores “renacimientos” en casa de mis viejos, o en salones de fiestas new wave (cuando usaba copetes a la Morrissey o peinados a la The Cure con todo y negro maquillaje), porque desde las poses de los personajes en comics, muy a la onda homosexual, y los trajes con ornamentos muy acordes a la generación, les incomodaba sobremanera, pero bailaban hasta terminar en el “cuarto oscuro”.
Debo reconocer que fue una etapa de transición, de reconocimiento y definición sexual (la ambigüedad era la hostia y carta de presentación para gran parte de esa generación), pero sobre todo, de alimento musical, de aprender a vivir en tolerancia con todos los géneros y preferencias sensuales-sexuales. Aún tengo amigos de ese talante en mi lista de invitados especiales para la ocasión.
Por eso, cuando uno escucha “Relax” de Frankie Goes To Hollywood, de inmediato pensamos en otra gran banda inglesa, Duran Duran, porque ellos hicieron un brillante cover de esa rola al hilarla con “Wild Boys-Relax (Don’t Do It)”, que habla nada más y nada menos que las relaciones sexuales entre tipos del mismo sexo.
Muchos crecimos con Duran Duran (a quien tuve oportunidad de ver en vivo en México en el siglo pasado, si mal no recuerdo), Frankie Goes To Hollywood, Psychodelic Furs, Orchestral Manoeuvres In The Dark (OMD), quienes también presencié en mi país natal, así como otras grandes bandas poperas, new wave, new romantics, post punk y rockers que escucharán a todo volumen aquellos que se dignen a ir a mi fiesta de “Renacimiento 47”, el próximo viernes 17 de noviembre, a partir de las 19:00, en Café Casa Aldama (calle Aldama N. 119 Sur, Toluca Centro, casi frente al Nacional Monte de Piedad).
Para terminar, les comparto el link del mencionado concierto, para que testifiquen lo que digo y escribo, porque luego hay gente que duda de mis excentricidades. ¡Allí nos vemos camaradas!
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https://www.youtube.com/watch?v=AbCEF4sYSiY
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