IMPULSO/ Agencia SUN
Ciudad de México
La Selección Mexicana de Juan Carlos Osorio perdió la oportunidad de pesar a la historia. Perdió el invicto y la posibilidad de romper la marca de más puntos logrados por un equipo nacional en un hexagonal, y le dio la clasificación a la repesca a Honduras.
El marcador final, 3-2, es fiel reflejo de lo que pasó en la cancha, con un Tri que fue rebasado por la garra y el juego sucio de los catrachos, que rompieron con malas artes para el final, gracias a la combinación de resultados, quedar como cuarto de la zona y echar a Estados Unidos, que cayó ante Trinidad y Tobago.
Osorio y compañía deberán preparar el Mundial, pero con la base de que el equipo no termina de jugar bien, que los momentos de lucidez no bastan para hacer historia; el Tricolor bajo el mando del colombiano cumplió lo prometido, estar en Rusia, pero nada más.
Al inicio del juego, México soportó el vendaval catracho gracias a un hombre: Francisco Guillermo Ochoa. A puro reflejo, el portero sacó un trallazo de Alex López; enseguida cortó con sus largos brazos un centro raso de Quioto y en el contrarremate aguantó a pie firme el fusilamiento de Hernández.
México se debía a Ochoa, porque simplemente por la izquierda no había defensa; Alanís y Gallardo hicieron agua, todo el ataque hondureño pasaba por ahí ante la calma de Héctor Herrera, quien otra vez en la contención, mostraba dominio de balón y circulación, pero no en defensa.
La presión de Honduras acabó al minuto 15, junto a los 16, la pelota le llegó con suma facilidad a Oribe Peralta, quien con clase y serenidad anotó: gol que disfrazaba lo que pasaba en el campo. Honduras tomó aire y se fue de nuevo al ataque. Si algo hay que destacar del equipo de Osorio es el poder de reacción y la calma… Jiménez tuvo el segundo, pero Maynor Figueroa salvó en la línea, lo que no pudo salvar fue lo que siguió de inmediato, un remate de Carlos Vela a primer poste. Otra vez Honduras estaba en el suelo.
El arbitraje no había pesado. La presión ejercida por los catrachos después del juego contra Costa Rica no le había hecho nada al salvadoreño Aguilar Chicas, hasta que Gallardo fue arrollado por Elis, clara falta que no se marca, Elis da a Hernández, quien estrella el balón en el larguero, éste rebota, pega en la cara de Ochoa… Gol.
Esto desconcentró al Tricolor. Quioto recibió un balón en largo, se da tiempo de darle la vuelta a Araujo y Álvarez para vencer por abajo a un mareado Ochoa… El Olímpico estalló y la marca de Osorio se disolvió en el aire.
Honduras hizo tiempo… Sí, todo lo que lloró ahora se lo cobró. El juego se volvió una fiesta…. Pinto hizo su show y el árbitro agregó otra vez seis minutos, tal como lo hizo César Ramos contra Costa Rica, seis minutos en los que se cumplió el milagro, el de Honduras que jugará la repesca, mientras que el Tri, líder de la Concacaf se va a casa con un amargo sabor de boca… Y sin romper la marca.
Rompen la concentración
La Selección mexicana voló, terminando el juego para romper concentración. El Tricolor volverá a verse el próximo 5 de noviembre, cuando emprenda el viaje a Bruselas, sede del juego en contra de Bélgica, haciendo una breve escala en Amsterdam, Holanda.