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Estados Unidos
El 31 de julio de 2018, la NASA lanzará desde Cabo Cañaveral la primera misión espacial que ‘rozará’ el Sol. Si todo sale como está previsto, la nave, que ha recibido el nombre de Parker Solar Probe en honor al astrofísico norteamericano Eugene N. Parker, logrará situarse a solo 6 millones de kilómetros de la superficie de la estrella, soportando dosis de radiación y temperaturas elevadísimas, nunca vistas anteriormente.
Para conseguir su objetivo, la agencia espacial norteamericana ya ha comenzado la construcción de la Parker Solar Probe, que en el pasado recibió el nombre de Solar Probe Plus. La NASA presentó a los medios de comunicación el escudo térmico que protegerá la sonda durante el tiempo que dure la misión. Es la única vez que la nave tendrá instalada la estructura protectora de forma previa a su lanzamiento durante el año que viene. La coraza térmica, compuesto a base de carbono, cuenta con un espesor de 11,5 centímetros y aguantará temperaturas superiores a los 1.370ºC.
La presentación en sociedad del escudo térmico de la misión al Sol ha sido también aprovechada por la NASA para difundir un vídeo timelapse donde se muestra todo el proceso de instalación. Según ha explicado la agencia espacial norteamericana, la cubierta de carbono presenta un diámetro de unos 2,4 metros y un grosor de 11,5 centímetros con el objetivo de proteger la sonda y sus instrumentos científicos del calor y la energía que emana de la atmósfera exterior de la estrella, la corona del Sol, a través de la cual viajará la nave durante su peligrosa aventura.
La misión, que ha sido descrita con adjetivos como “extraordinaria e histórica” según la NASA, tratará de explorar la última región por descubrir del sistema solar. La razón por la que la Parker Solar Probe no ha sido una realidad hasta ahora se debe a que los materiales necesarios para la nave “no existían”. La presentación del escudo térmico es un paso firme hacia la finalización de esta nave, que tratará de desentrañar los misterios que aún esconde nuestra estrella.
La sonda, por ejemplo, intentará acercarse lo suficiente como para observar la forma en la que el viento solar acelera de velocidades subsónicas a supersónicas y explorará el origen de las partículas solares más energéticas. HIPERTEXTUAL