IMPULSO/Ernesto Hernández Alarcón
División Oeste NFC
La División Oeste de la NFC parecía estar dividida en dos bandos: equipos muy superiores y equipos en reconstrucción. Encaminados a la jornada número cuatro, ha quedado de relieve que los “músculos” de este costado presentan severos puntos de desequilibrio, por lo que será una división con récords flojos en general.
Seahawks de Seattle
Han tenido un arranque decepcionante, aunque, con el irregular estado de su división, sus posibilidades de postemporada están más que vigentes. La línea ofensiva es poco menos que caótica, su ataque terrestre, por ende, es endeble (Chris Carson, el novato, ha tomado las riendas ante la decepcionante actuación de Eddie Lacy). Por si fuera poco, el cuerpo de receptores es de medio nivel y Jimmy Graham no ha sido un factor de peso. Russell Wilson tendrá una muy larga temporada: atención con una posible lesión. La defensiva, por otra parte, en el papel es la mejor de la NFL, y como ha sido costumbre, será el elemento que les permitirá ganar su división. Esta unidad además está conformada por elementos que llevan años trabajando juntos: Richard Sherman, Bobby Wagner, Kam Chancellor, Earl Thomas, Cliff Avril y Michael Bennett, más la adición de Sheldon Richardson que en teoría, y conforme avance la temporada, hará que sea más dominante (ante un arranque evidentemente lento). Pronóstico: 9-7.
Cardenales de Arizona
Me atrevo a afirmar que este será el último año de Bruce Arians al frente de este equipo y que Carson Palmer Palmer se retirará al término de la temporada (si es que no sufre una lesión). ¿Un equipo con mala suerte? El factor circunstancia-“timing” es una realidad en esta liga, por consiguiente, considero que aquel factor si existió en esta organización. Por ahora, están en camino de convertirse en un proyecto fallido y en miras a cerrar un ciclo e iniciar una semi-reconstrucción. En el juego tres, ante los Vaqueros, se expuso a una línea ofensiva porosa. David Johnson, el corredor estrella, está lesionado y podría regresar hasta fin de año. El gran Larry Fitzgerald sigue estando en forma, pero se encuentra en las postrimerías de su brillante carrera. En la defensiva, al igual que en Seattle, existe mucho talento, sin embargo, el contrapeso de una ofensiva deficiente y un mariscal de campo en claro retroceso, cobrará una onerosa factura. Pronóstico: 8-8.
Carneros de Los Ángeles
Ha sido un regreso a L.A. un tanto complicado para esta franquicia. Este año presentan un equipo con muchas nuevas caras. Uno de los puntos que tuvo más énfasis fue la protección y ayuda para Jared Goff. Trajeron del draft a Gerald Everett (ala cerrado), Cooper Kupp (receptor); además de Sammy Watkins y Robert Woods, ambos receptores, de la agencia libre. Otra de sus adquisiciones más importantes en dicho rubro fue la del veterano Andrew Whitworth (tackle ofensivo), que deberá redimensionar una línea ofensiva que tratará de ayudar a redimir al corredor Todd Gurley. El joven entrenador, Sean McVay, tiene poco que perder y mucho que ganar en esta temporada (su primera como HC), y hasta ahora, van liderando la división con un récord de dos ganados contra un descalabro. Sin duda van a mejorar sustancialmente respecto a la sesión anterior, y será un año de prueba y experimentación para muchos integrantes de esta franquicia. Pronóstico: 8-8.
49’s de San Francisco
Soy de las personas que todavía me pregunto con escepticismo: ¿Qué pasó en San Francisco en los últimos cinco años? Parecían un equipo sólido para ser considerado un probable contendiente para Súper Bowl en repetidas temporadas. Ahora inician una nueva etapa de la mano de Kyle Shanahan y no precisamente con el pie derecho (cero ganados, tres perdidos). En el último cotejo, en el Levi’s Stadium, por primera vez en mucho tiempo, observé un recinto con muchos lugares vacíos. Su mariscal de campo, Brian Hoyer es un veterano de quien no creo esperen grandes cosas a futuro. (C.J. Beathard podría tomar las riendas a mitad de temporada) y en el costado defensivo, hasta ahora han permitido 76 puntos (de las cinco más permisibles de todo el circuito). Con mucho trabajo por delante, esta temporada será una montaña rusa para los de la bahía. Pronóstico: 4-12.
