Síntesis mexiquense

IMPULSO/ Ángel Díaz del Río
Duelo
Nuevamente ayer, el gobernador Alfredo Del Mazo calzó sus botas de campaña, uso pantalones cómodos y su chaleco preferido, todo ese ‘look’ informal para visitar a los vecinos de Ocuilan, quizás el municipio más afectado por el sismo del pasado martes.
Se olvidó de protocolos y dialogó directamente con la gente, con esa manera tan suya de atender a le gente que le ha granjeado simpatías, aun entre quienes no votaron por él. Y sí, la naturaleza le puso una dura prueba al inicio de su gestión, primero el aumento a las tarifas del transporte público, las lluvias que habían estado azotando varios municipios donde dejaron largas secuelas de daños y de dolor.
Luego el sismo del siete de septiembre y, por si eso fuera poco, otro movimiento telúrico apenas este martes que pasó, no ha tenido descanso, ha acudido a los municipios más afectados, el miércoles estuvo en Joquicingo y Tenancingo y ayer en Ocuilan.
“Ya estoy recorriendo Ocuilan [dijo en su cuenta de Facebook] vamos a apoyarlos en todo lo que necesiten, esta zona presenta daños en casas y diversos inmuebles, he ordenado a todo mi gabinete estar atento a las peticiones de la gente. A los mexiquenses en general los invitamos a donar víveres, artículos de aseo personal, agua y cobijas. Hay muchos centros de acopio distribuidos por todo el Estado”.
Tiene razón, lo mismo el propio Gobierno a través del DIFEM que organismos privados, muchas escuelas y asociaciones civiles han abierto centros de acopio a los que llega la gente para donar, para entregar un poco no de lo que les sobra, sino de lo que tienen para ellos.
Poco a poco vamos conociendo más de los daños que dejó el sismo en lugares como Ocuilan, Xalatlaco, Tianguistenco, Capulhuac, Tenanco, Tenancingo, Malinalco, Calimaya.
Nada sabemos hasta el momento de municipios como Zacualpan, muy pegado a Morelos y Guerrero, o los del oriente mexiquense como Ecatzingo, Atlautla, Tepetixpla o u Ozumba, casi pegados también a Morelos.
Pasan los días y cada vez vamos descubriendo nuevas tragedias, nuevos daños y nos damos que la naturaleza no respeta edades, jerarquías, ideologías o credos, arrasa con todo. Hay dolor en la Secretaría de Movilidad por Paquito, el pequeño de siete años, hijo del subsecretario de dicha dependencia que falleció en el Colegio Enrique Rébsamen de la Ciudad de México. Son historias que duelen, que lastiman y de ésas iremos conociendo cientos conforme avancen los días.
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Por si todo ello fuera poco, Alfredo Del Mazo deberá dar la cara para desmentir o validar la información (trascendido) en el sentido de que a partir del 11 de septiembre volvieron a estar en vigor las fotomultas que sancionan a los conductores que manejan sus vehículos a más de 60 kilómetros por hora en los puntos de rastreo.
Hasta el último momento, el anterior titular de la Comisión Estatal de Seguridad Ciudadana, Eduardo Valiente Hernández, negó esa información que corrió entre comunicadores y redes sociales.
Ayer, el portal electrónico Digitalmex dio por bueno el trascendido y, de resultar cierto, será como una puñalada del Gobierno anterior al que apenas inicia porque la decisión se tomó con antelación, seguramente para favorecer a las empresas que invirtieron en los equipos para la detección de la velocidad de los vehículos y su posterior sanción.
El programa llamado “Límite seguro” consiste en la colocación de 63 arcos detectores de velocidad en las vías rápidas de los municipios de Cocotitlán, San Cayetano de Morelos, Ecatepec de Morelos, Tlalnepantla, Naucalpan, San Felipe del Progreso, Ocotitlán, Valle de Chalco-Solidaridad, Temamatla, Tenango del Aire, Atlacomulco, Metepec, Texcoco, Atizapán, Nicolás Romero, Toluca, entre otros, según “Digitalmex”.
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Según la Diócesis católica de Valle de Chalco, en la zona oriente de la entidad, hay más de mil casas con daños estructurales y decenas de iglesias afectadas. Dicen que tan sólo en Ecatzingo han reportado 760 casas dañadas.
Lo que decíamos líneas arriba, poco o nada sabíamos de cómo estaban viviendo sus tragedias los habitantes de esa región tan cercana al Estado de Morelos.
Hace falta que acudan a esa zona las brigadas de Protección Civil para que valoren el estado de los inmuebles y la pertinencia de que sigan siendo usados por sus moradores o sus propietarios, de lo contrario, tendrán que desalojar.