IMPULSO/ Teodoro Rentería Arróyave
Cuando los amigos parten
Ahora quisiéramos escribir sobre las fiestas patrias, sin embargo el dolor de los amigos que partieron al éter eterno, el colega y escritor Eliseo Lugo Plata, el pintor e intelectual Víctor González Avelar y el vecino arquitecto Roberto Gómez Grajales, nos obliga a cambiar nuestro propósito y dedicarles estas líneas más que póstumas de vida por lo mucho que nos dejaron.
El licenciado en Periodismo Eliseo Lugo Plata fue un hombre de tiempo completo en la profesión, la docencia, la literatura, en las luchas gremiales y en la masonería. Se dedicó a estas tareas, sin embargo, hizo los huecos suficientes para dedicarse a otras de sus pasiones: la bohemia.
Lo mismo tocaba la guitarra que muy bien cantaba la música vernácula de nuestro México, en algunas ocasiones, nos interpretó algo de la música clásica de todos los tiempos, es más, en su recuerdo con varios amigos, hilamos estas frases en la cantina de sus quereres, “La Fortaleza”.
Qué decir del abogado Víctor González Avelar, a quien conocimos más cercanamente desde la campaña electoral del luego presidente, Miguel de la Madrid, aunque siempre nos aseguró que la “conocencia” era anterior. Qué tardes de dominó, principalmente en su casona de Coyoacán, donde el juego con buenas tragos se conjugaba con las platicas adosadas con su intelecto y magnífica memoria.
Notario honesto en su Torreón nativo, también se distinguió como un artista del difícil arte de la pintura de tinta china. Era tal su destreza que en esa inolvidables tertulias lograba plasmar lienzos de una calidad inigualable. En la política, no hizo mucho, para él había otros objetivos más elevados en su vida.
Con el arquitecto Roberto Gómez Grajales, nuestro vecino en nuestra querida colonia Colinas de Tarango, hicimos una entrañable amistad más substantiva que la simple cercanía de la barriada. Por muchos años nos encontrábamos a la salida de la colonia y en el trayecto del automóvil a nuestros respectivos destinos le entrabamos a todo y arreglábamos el mundo.
Tengo que decirlo, en muchas ocasiones como resultado de esas charlas en el difícil tránsito capitalino, nos sirvieron para normar criterios que de inmediato me servían para mis comentarios que como conductor lanzaba en el noticiario principal y matutino del Grupo ACIR.
Desde este espacio, aun no repuestos por los amigos que parten al éter eterno, enviamos nuestro saludo y nuestros sentimientos solidarios a Doña María de Jesús López Beltrán, esposa de Eliseo, y a sus hijos María de Jesús y Eliseo; a Doña Gloria Magaña, esposa de Roberto, y a sus hijos Gabriela, Roberto y Ricardo; a Doña Norma, esposa de Víctor, y a sus hijos Víctor Guillermo, Miguel Ángel y Norma Leticia. In Memóriam.
