IMPULSO/ Agencia SUN
Ciudad de México
Investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) crearon un parche transdérmico que ayuda a combatir las alteraciones de grasas en la sangre, como colesterol y triglicéridos. Por este desarrollo, obtuvieron el Premio Canifarma 2016, en la categoría de Innovación Tecnológica.
El parche fue desarrollado en el Laboratorio de Sistemas Transdérmicos de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Cuautitlán. De acuerdo con Pablo Serrano Castañeda, integrante del grupo, las dislipidemias, asociadas a infartos, han aumentado en los últimos años entre la población mexicana y mundial.
En ese contexto nació la idea de este parche, que tiene ventajas sobre la medicación tradicional. Cuenta con dos mecanismos de liberación, uno rápido y otro lento, en ambos, unas microagujas perforan la piel y rompen la capa externa para que el medicamento se libere en la circulación sanguínea.
“De esta manera, el fármaco hace que los niveles plasmáticos sean constantes, con lo que se evitan los altibajos que producen los medicamentos administrados vía oral”, explicó Serrano Castañeda.
A diferencia de los fármacos administrados vía oral, las dosis liberadas por el parche no pasan por el hígado, además de que la administración transdérmica atenuaría la sintomatología de personas que sufren reflujo gástrico, esofágico, o úlceras.
Este sistema no causa dolor y las microagujas no originan residuos biológicos infecciosos, como las hipodérmicas convencionales. “El parche permeabiliza la piel con las microagujas que, por su tamaño, no alcanzan las terminaciones nerviosas, así que no hay malestar”, detalló el experto.
Actualmente, los académicos investigan múltiples medicamentos y generan diferentes presentaciones para competir en el mercado. También prueban otras fórmulas no convencionales, como un parche similar a una bolsa pequeña con una formulación líquida, que podría ser gel, emulsión o solución.