IMPULSO/ Teodoro Rentería Arróyave
El Papa, motivo de discordia
En un país como el nuestro o, para ser más precisos, en el Estado mexicano, que por mandato constitucional es soberano y laico, nos parece, cuando menos, incongruente que las dos cámaras del Poder Legislativo hayan entrado en una disputa aberrante por la presencia del papa Francisco.
La Honorable Cámara de Diputados, cuyo presidente, Jesús Zambrano Grijalva, miembro del llamado “partido de izquierda”, el de la Revolución Democrática, PRD, ha entrado en una guerra aberrante mediática nada menos ni nada más que contra el presidente del Senado de la República, Roberto Gil Zuarth, del “ala derecha”, es decir, miembro prominente del Partido Acción Nacional, PAN.
La causa, ya se las adelantamos, el Vaticano anunció que, el año próximo, seguramente en el mismo enero, el papa Francisco responderá a la invitación del presidente Enrique Peña Nieto de efectuar una visita de Estado a nuestro país.
Es obvio que los faroles de tal acontecimiento lo quieren en exclusiva ambas Cámaras, así, exacto como se disputan los grandes acontecimientos y los acontecimientos deportivos los emporios televisivos en México y en todo el mundo.
El espectáculo es denigrante por donde quiera que se lo analice. El simple hecho de la tal “guerrita” se esté ventilando públicamente, ha provocado ya toda clase de comentarios, críticas, sarcasmos y chascarrillos de toda índole.
Desde luego que Mario José Bergoglio es el líder máximo de la Iglesia Católica Apostólica y Romana, que no se les olvide a los líderes que ahora están a la greña, en efecto, es más que eso, es una figura universal que en pocos meses ha conquistado el respeto de tirios y troyanos.
Existe otro ingrediente de crítica suave, para que se nos enojen los señores Zuarth y Zambrano, las dirigencias de sus partidos han anunciado con bombo y platillo, en el mismo PRD su Consejo General lo aprobó, van en alianzas en próximas elecciones porque solos no lograrían nada.
Cuando se hace crítica, también hay que dar posibles soluciones, es decir “el remedio y el trapito”, déjense de disputas señores presidentes de la Honorable Cámara de Diputados, Jesús Zambrano Grijalva y presidente del Senado de la República, Roberto Gil Zuarth, el Papa no puede ser motivo de discordia, acuerden una sesión de Congreso General y ahí reciban a Francisco, con esto se termina la disputa y dejarán de exhibirse.
