IMPULSO/
Juan Arvizu Arrioja
El PRI está en el escenario de 2018, con las reglas que abren al partido y con cuatro personalidades de las que pueda surgir el candidato presidencial, en cuyo retrato hablado deberá estar un definido compromiso con las grandes reformas de Enrique Peña Nieto y que son de resultado transexenal; es más, su alcance es intergeneracional.
La élite priista juega por la Presidencia de la República para el sexenio 2018-2024 con una visión que abarque periodos adelante, el 2030, 2036, en fin, es el proyecto que fue meta del equipo técnico de Carlos Salinas de Gortari, sueño de Vicente Fox, y que desde el segundo tercio del gobierno de Peña Nieto parece que se esfuma.
Hoy, el PRI está en posición de competencia. Allí manda el presidente Peña Nieto y cuenta con una estructura de políticos que acompañan al dirigente Enrique Ochoa Reza y que conocen al sistema en el cual son líderes. Ninguno es improvisado y se juegan no una Presidencia de la República, sino las que le siguen también.
Emilio Gamboa Patrón, desde el Senado, dijo que “están” en la lista para ser candidato José Antonio Meade Kuri Breña (SHyCP), Aurelio Nuño Mayer (SEP), Miguel Ángel Osorio Chong (SG) y José Narro Robles (SSA).
Hizo un ‘destape’ muy singular, encartó conforme se los mencionaban los periodistas, con la aclaración de que por su parte no participará y ni encartó ni descartó a Manlio Fabio Beltrones.
Leandro Rovirosa Wade encartó siete (José López Portillo, Porfirio Muñoz Ledo, Mario Moya Palencia, Hugo Cervantes del Río, Augusto Gómez Villanueva, Carlos Gálvez Betancourt y Luis Enrique Bracamontes); y Jesús Salazar Toledano, cuatro (Carlos Salinas de Gortari, Manuel Bartlett, Alfredo del Mazo y Miguel González Avelar). Poco después, Miguel de la Madrid amplió a siete el grupo (Ramón Aguirre, Ricardo García Sáinz y Guillermo Soberón).
La lista que los periodistas formaron con las declaraciones de Gamboa es un ‘destape sin querer queriendo’, una alegoría política que tiene la flexibilidad de incluir hasta a Luis Videgaray, de quien hay que recordar que en política no hay muertos…
Cortavidrio — Ni una mención a Andrés Manuel López Obrador dio Ricardo Monreal Ávila, luego de que el estudio “dedoscópico”, la encuesta misteriosa de Morena, favoreció a Claudia Sheinbaum para que sea postulada candidata a la jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, con lo cual se perfila con grandes posibilidades de ganar el cargo, el que sigue después de Presidente de la República. El zacatecano, general de división en el lopezobradorismo, diseña este fin de semana su estrategia y sus tácticas y adelanta que se hará lo que la gente diga. ¿Por ser autónomo no ganó?…