IMPULSO/ Agencia SUN
Ciudad de México
Si quieres emprender un negocio, deberías considerar hacer un plan por escrito. Seguramente empiezas más bien a juntar todo lo necesario para materializar tu idea antes de sentarte a escribir algo, sin embargo, en esto de emprender, conviene que conforme vayas avanzando, empieces a ponerlo en papel. Es importante trazar un plan de negocios, porque éste si bien no te salvará del fracaso, disminuirá las probabilidades de que te equivoques.
Francis J. Greene y Christian Hopp, dos investigadores que se dieron a la tarea de comparar a emprendedores que sí hicieron un plan de negocios con aquellos que no planearon y encontraron que los primeros, aseguran que un plan es “vital” cuando se quiere financiamiento externo, ya que construye legitimidad y confianza entre los inversionistas de que el emprendedor es serio.
“Escribir un plan puede no ser lo mejor para todos los emprendedores, pero si el emprendedor quiere levantar dinero y crecer rápido, eventualmente querrá escribir uno”, sentencian en un artículo escrito por ellos en Harvard Business Review.
Estos investigadores encontraron que los que sí escribieron un plan tienen 16% más de posibilidades de alcanzar la viabilidad que sus pares que no planearon. “Escribir un plan puede ser la diferencia al hablar de alcanzar el éxito de una startup. Los planes apoyan el progreso de convertir la visión de un emprendedor en acciones tangibles”, argumentan.
Y es que en este plan el emprendedor articula las ideas, las ganas y la pasión que tiene en un “cómo hacerlo”, explica Alejandro López, Co-Fundador y Socio Director de Grupo Núcleo. Pero, ¿qué contiene un plan de negocios? Es un documento escrito que no tiene límite de cuartillas, pero que idealmente debe ser breve y que incluye los objetivos de la empresa, los productos y servicios que ofrecen, entre otros aspectos.
Algo esencial que este documento tiene que tener y que no hay que perder de vista, es que debe contener el cómo, es decir, la manera en la que la empresa hará dinero. Quizá suena básico, pero parece que durante un tiempo se dejó de lado.
“Durante la década de los noventa, cuando el mundo hablaba de una nueva economía y de unas nuevas reglas de negocios, las personas —incluso los gurús empresariales— parecieron olvidar la parte de hacer dinero. Pero cuando la burbuja del .com empezó a estallar, de pronto todos volvieron a hablar de modelos de negocio de nuevo”, explica un texto de “Business Plans Kit for Dummies”.
A este cómo se le ha llamado modelo de negocio. Hoy, de hecho, en el mundo del emprendimiento se habla una y otra vez de la importancia de tener un modelo de negocio, porque sin éste la empresa no podrá subsistir.
Muchos autores han concentrado sus esfuerzos para diseñar la manera de llegar a este punto. Lo mismo lo buscó resolver Alexander Osterwalder, un consultor que hoy es conocido por haber generado el business model canvas (un lienzo de modelo de negocio), un modelo estratégico que a través de ciertos planteamientos ayuda al empresario a definir los aspectos necesarios para poder contestar a la pregunta de ¿Cómo la empresa hará dinero? A través de una plantilla rellenable, se buscará responder quién es el cliente, cuál es el “problema” del consumidor que se está tratando de resolver, qué valor ofrece la empresa, cómo van a mantenerse los clientes cautivos, cómo el producto o servicio va a diferenciarse de la competencia, cuál es la estructura de costos y cuál es el margen de ganancias. A través de una plantilla el emprendedor tiene que rellenar distintos campos en los que quedarán definidos estos aspectos. La plantilla es descargable y gratuita en internet y hay tanto manuales como cursos que ayudan a los emprendedores a resolver un modelo de negocio viable a través de esta metodología.
“Este canvas te ayuda a delinear tu modelo de negocio y el plan, por su parte, te va a ayudar a pasar este proceso de modelo de negocio a través de la planeación estratégica”, explica el especialista de Grupo Núcleo. Entre otros aspectos, en este plan también se incluye un análisis del entorno al que se enfrentará la empresa así como de las capacidades y recursos que tiene la organización para enfrentarlo.
Esta planeación también comprende determinar cuáles serán tus ingresos aproximados, tu flujo de efectivo y tu presupuesto. Es decir, este plan —con el modelo de negocios dentro— ayudará a llevar esta idea que se tiene a un plan de largo plazo.
Esto es importante porque no sólo ayudará a reducir las posibilidades de fracaso, sino que permitirá pedir dinero a fuentes externas. “Iniciamos pidiéndole dinero al papá o al tío, y se basa en la confianza, pero no es lo mismo decir ‘Préstame porque tengo una gran idea’, a presentar un proyecto basado en las necesidades reales del mercado, porque eso genera confianza”, explica Alejandro.
Esta confianza en la cual se basan todas las relaciones de inversión, ya sea con amigos o familia o con inversionistas externos, la puede dar este plan.
Que lo tengan estructurado —y que lo transmitan bien— ayudará a generar esta confianza que necesitan tener aquellos que se van a aventurar a prestarte el dinero necesario.
En serio, mejor hazlo
¿Qué puede ir mal si no tienes un plan de negocios? En realidad muchas cosas, incluso puede estar comprometida la vida de tu empresa. “El Libro del Fracaso” —un estudio realizado por Fuck Up Nights y el Instituto de Emprendimiento Eugenio Garza Lagüera en el que se dieron a la tarea de analizar por qué fracasan las empresas mexicanas— enlista en el primer lugar que kis emprendedores se queden sin dinero antes de abrir las puertas porque no anticiparon los costos de inicio; perder clientes porque la calidad del producto o servicio se queda corta y caer en bancarrota porque no tienen un modelo de negocios viable o un plan de cómo hacer negocio.
Si bien el fracaso es muy frecuente y siempre será un riesgo para toda empresa que abre, no tener un plan de negocio puede aumentar estas posibilidades bastante. De hecho, estas amenazas enunciadas son las principales causas que llevan a fracasar a los emprendedores mexicanos. Esta razón tiene ver con el área de finanzas. En realidad, los emprendedores no tienen ingresos insuficientes para subsistir y por ello se ven forzados a cerrar: 65% de los emprendedores seleccionó esta causa como la primera. Es decir, que la idea pudo ser buena, pero que un negocio no genere los ingresos suficientes para subsistir implica que, en primera instancia, no se realizó una planeación correcta, señala el estudio. Un plan de negocio —y no sólo eso, sino que uno bien hecho y realista— puede aminorar (nunca eliminar) las posibilidades de fracaso de un nuevo emprendimiento.
Otra causa que lleva a fracasar a los emprendedores mexicanos —y que podría enfrentarse mejor con un buen plan de negocios— está relacionada con el marketing.
Este estudio, ofrece un enunciado clave: “La mayoría de las nuevas empresas desarrollan productos o servicios que no tienen un mercado y no proporcionan una oferta de valor para el cliente potencial”. Uno de los aspectos fundamentales que tiene que conocer el emprendedor sobre su producto o servicio justamente es esto, qué propuesta de valor —qué cosa hace diferente y valiosa a su producto— y quiénes son sus clientes potenciales.
Y esto, una vez más, también puede resolverse con un plan de negocios que incluya también un modelo de negocio que señale cuál es precisamente el valor que la empresa estará ofreciendo a los clientes y cuál será la manera de generar dinero.