IMPULSO/Isidro Pedraza Chávez
Hace 25 años, México, Estados Unidos y Canadá firmaron el acuerdo económico que conocemos como Tratado de Libre Comercio de América del Norte. El tratado es un amplio acuerdo para promover el libre comercio, es decir un comercio con una notable reducción de las barreras arancelarias y aduaneras entre los tres países firmantes. El sector agropecuario quedÓ establecido en el TLCAN en SU Capítulo VII: “Sector agropecuario y medidas sanitarias y fitosanitarias”.
El artículo 703, “Acceso a mercados”, dice: “1. Las Partes trabajarán para mejorar el acceso a sus respectivos mercados mediante la reducción o eliminación de barreras a la importación en el comercio de productos agropecuarios entre ellas”.
Recientemente, se presentó el caso de la cuota azucarera, en este caso, se buscaba restringir los cupos de acceso al mercado estadounidense, lo que contraviene el tratado. Tras una negociación, “en corto”, se suscribió un acuerdo para regularizar los cupos, en el cual ambas partes cedieron parte de sus demandas. Este es un ejemplo de lo que puede negociarse en relación al TLC.
El TLC era una apuesta del régimen encabezado por Carlos Salinas para insertar la economía y la sociedad de México en el “mundo globalizado”, lo que en términos reales significa sumarse al carro del neoliberalismo y aumentar nuestra dependencia de la economía estadounidense.
La economía mexicana ha crecido, pero sigue estando vinculada a las cadenas de valor internacionales. Para poner un ejemplo que les gusta a los funcionarios neoliberales, la industria automotriz, que presumen como éxito de la economía mexicana, exporta millones de vehículos cada año, pero no hay una sola marca mexicana, somos un país maquilador de marcas estadounidenses, europeas y asiáticas.
Ahora nos empieza a pasar lo mismo en los productos del campo. El sector agropecuario quedó establecido en el TLCAN, en el Capítulo VII: Sector agropecuario, que en su artículo 703, Acceso a mercados, a la letra dice: las Partes trabajarán para mejorar el acceso a sus respectivos mercados mediante la reducción o eliminación de barreras a la importación en el comercio de productos agropecuarios entre ellas.
En la práctica esta regla del tratado ha favorecido a Estados Unidos. Respecto al tema específico de la balanza de pagos agroalimentaria. En los últimos dos años México ha logrado un discutible superávit comercial, que no impacta en todos los sectores productivos rurales, ya que el superávit se genera por sólo tres productos: cerveza, tequila, pan.
La cerveza es el principal producto agroindustrial de exportación, con un valor de 2 mil 810 millones de dólares; el tequila es el cuarto, con mil 187 millones de dólares y los productos de panificación el octavo, con 901 millones de dólares. Juntos los tres representan cerca del 16 por ciento del total de exportación de los sectores agropecuarios; tienen en común que pertenecen a marcas reconocidas y, en dos de tres productos, cuentan con capital extranjero o son empresas trasnacionales.