IMPULSO/ José Antonio Crespo
Tercer bloque electoral
Está en boga la posibilidad de que se forme un “Frente Amplio opositor”, una especie de “tercer bloque electoral”; ni con el PRI ni con López Obrador. Eso, pese a lo que dice el comunicado del PRD: “Ojalá MORENA nos contestara y dijera que vendría sin precandidatos y poner por delante una agenda, un proyecto de país y entonces ubicar el método de quién puede ser el mejor”. Eso es simplemente imposible, MORENA jamás irá con el PAN, además de que López Obrador puede ganar por sí mismo. Eso de declinar a favor de otro (como hizo Heberto Castillo) no es lo suyo.
Este Frente Amplio difícilmente podría ser eficaz con un candidato netamente panista o alguno de los prospectos del PRD. Tendría ese frente que contar con el respaldo logístico, estructural y financiero del PAN y del PRD (y quizá de MC), además de ir acompañado por grupos de la sociedad civil y notables del arte, la academia y el periodismo para ser más incluyente y convincente. Pero también tendría que presentar un candidato no identificado con el PAN o el PRD, lo que complica fuertemente su viabilidad. Un candidato panista no atraerá a los perredistas pero tampoco a muchos anti-obradoristas no alineados con “la mafia” (es decir, hartos también del PRIAN). Pero difícilmente se puede pensar que los aspirantes panistas y los perredistas se hicieran a un lado para dejar esa candidatura amplia a quién sabe quién, por muchos méritos cívicos que tuviera. Dice al respecto Agustín Basave, uno de los promotores de esta idea, sobre la viabilidad de nombrar un candidato para ese Frente Amplio:
“Esto es lo más difícil, porque tendría que ser un candidato externo. Es la gran pregunta, quién podría ser el candidato externo, es el gran desafío, encontrar un candidato que tenga las credenciales para ser atractivo y aceptable a todos”. Y por otro lado, el PRD asoma la ruptura que probablemente aflorará más claramente al decidir quién será su candidato. Muchos se irán con López Obrador y otros se quedarán con un candidato propio o en alianza. Al anunciarse el Frente Amplio con el PAN, señaló Dolores Padierna, coordinadora de la mermada bancada perredista en el Senado: “No tenemos por qué obedecer una línea errática de la dirigencia nacional, como ir en un frente con el PAN, que en realidad es una simulación para votar por un candidato panista para la Presidencia de la República. Nosotros estamos llamando a la militancia a que se rebele y no le dé ningún voto al PAN”. Y recordó que el PRD sufrió un fraude a manos del PAN en 2006: “¿Cómo ahora lo vamos a llevar (al PAN) a la presidencia?”. Tiene sentido el reclamo si el candidato d
El Frente Amplio fuese panista. Por su parte, Gustavo Madero, coordinador de la Plataforma del PAN, dejó abierta la posibilidad de un candidato externo: “Nunca hay que estar cerrados (a un candidato externo). El PAN siempre está abierto y más en esta ocasión… Tiene que haber la generosidad de decir: vamos a hacer a un lado los proyectos personales y después identificar quién participa y en qué posición”. Se equivoca; generosidad es lo que escasea entre los políticos durante su pugna por el poder. De ahí que de inmediato saliera el senador panista Roberto Gil a defender la posición de su partido: “El PAN debe encabezar este frente, esto no debería estar en duda. Somos el partido que está arriba en las preferencias electorales. Me parecería insensato que el PAN no encabezara esta alianza”.
De allí la dificultad de que los prospectos de ambos partidos se hagan a un lado para apoyar a un externo y así volverse más atractivos e incluyentes. El fracaso de este frente puede favorecer al PRI, si es que logra remontar su tercer lugar, pero sobre todo a López Obrador, que sigue encabezando los sondeos pese a la derrota en EDOMEX. El amplio bloque anti-obradorista puede fragmentarse al grado en el cual AMLO pueda ganar por un margen estrecho. @JACrespo1
