IMPULSO/ Agencia SUN
Ciudad de México
El director general de Integralia, Luis Carlos Ugalde, señaló que como resultado de las elecciones de 2017, Morena se colocó como la tercera fuerza política y una alternativa viable para el 2018, esto tras la caída de la hegemonía del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Afirmó que para el 2018, se puede percibir que la carrera en la elección presidencial será de dos candidatos, uno de ellos, el líder nacional de Morena, Andrés Manuel López Obrador.
En conferencia de prensa, el ex presidente del Instituto Federal Electoral, adelantó que debido a que las campañas estarán “infestadas de clientelismo electoral y gasto excesivo por encima de la ley”, se pondrá en entredicho la legitimidad de los resultados, y se degradará las condiciones de la competencia.
“Habrá autoproclamación de victoria y posteriormente desacato de los resultados, tanto de los candidatos a presidente como gobernador. Habrá frustración ciudadana frente al sistema electoral y menos satisfacción con la democracia”, indicó.
Al presentar el Reporte Electoral Integralia 2017, Luis Carlos Ugalde, señaló que en una elección cerrada la compra del voto puede ser definitoria, ello como efecto de una “mala legislación electoral” que permite abusos de partidos y gobierno con clientelismo.
“Quiero decir que el clientelismo electoral tiene un segundo problema más allá del impacto que tenga sobre la libertad de los votantes, el financiar estas actividades tiene un costo económico enorme y los partidos gastan cantidades en efectivo de fondos ilegales que con frecuencia son desvíos de recursos públicos o en ocasiones donaciones privadas ilegales”, abundó.
El ex consejero electoral agregó que para 2018 se puede recurrir al voto todos contra López Obrador o todos contra el PRI, lo que podría generar un efecto de cisne negro, es decir, que la contienda presidencial final termine posicionando a un candidato de la alianza PAN-PRD, o un abanderado independiente como finalista.
En cuanto al PRI, sostuvo que aunque ganó dos entidades el pasado 4 de junio, ha perdido cerca de tres millones de votos, tan sólo este año, restó 1.3 millones de sufragios respecto a 2011, colocándose en el partido que más voto ha perdido a nivel estatal.
“Aunque el PRI ganó las gubernaturas del Estado de México y Coahuila, se erosionó su hegemonía. En ambas entidades el margen entre el primer y segundo lugar fue menor a 3%. Hace seis años ganó por márgenes de 42 y 25% puntos, respectivamente”, detalló.