Diciembre 25, 2024
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IMPULSO/ Teodoro Rentería Arróyave
Con uno que fuera

Flaco servicio les hizo el subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación, Roberto Campa Cifrián al presidente, Enrique Peña Nieto; a su jefe inmediato, Miguel Ángel Osorio Chong y al propio Gobierno con su ligera y aduladora afirmación: no es el peor momento para los periodistas; “si revisamos las administraciones anteriores, los primeros cuatro años de la pasada administración –la de Felipe de Jesús Calderón Hinojosa-, hubo más periodistas que perdieron la vida en comparación con esta administración”.

Ante tal declaración, nada menos del funcionario encargado de velar por los derechos humanos, es de contestarle: Con uno que fuera masacrado es suficiente para que se preocupara y se abstuviera de hacer declaraciones de esa índole.

A pesar de que en su oportunidad le hicimos llegar nuestro más reciente libro “Mi Vida Son Nuestras Batallas. Una historia de las irrestrictas luchas por las libertades de prensa y expresión”, y del contenido del número 11 de la Revista La Crisis del Periodista, Carlos Ramírez, en circulación, cuyo título en la portada manifiesta el drama terrible que vive el gremio: “269 periodistas asesinados en México de 1983 a mayo de 2017”.

Terrible realidad que coloca a México en el primer lugar de atentados a periodistas y, por ende, en el país más peligroso para ejercer la profesión sin confrontar una guerra formal.

En consecuencia es nuestra obligación, en obsequio a la memoria colectiva, recordar o transcribir el Registro con nombres y fechas de los periodistas; trabajadores de prensa; familiares y amigos de comunicadores y civiles asesinados de 1983 a la fecha, además de las desapariciones forzadas pendientes de aclaración:

Total del sexenio de Carlos Salinas de Gortari: 23 homicidios; 22 periodistas y 1 familiar. Total del sexenio de Ernesto Zedillo Ponce de León: 18 homicidios, 18 periodistas. Total de 1983 al 2000: 65 homicidios; 61 periodistas y 4 familiares.

En efecto, a partir de la llamada “decena trágica” aumentaron exponencialmente los crímenes contra las libertades de prensa y expresión. Total en el sexenio de Vicente Fox Quesada: 32 asesinatos; 32 periodistas.

Total en el sexenio de Felipe de Jesús Calderón Hinojosa: 105 asesinatos, 85 periodistas, 8 trabajadores de prensa, 8 familiares y 3 amigos de comunicadores y 1 civil, en efecto el más cruel. Total en la “decena trágica”: 136 homicidios.

En lo que va de la actual administración: 67 homicidios; 54 periodistas, 1 locutor, 4 familiares y 6 amigos de comunicadores, y 2 civiles.

Total de 1983 a la fecha 269 homicidios; 232 periodistas, 1 locutor, 8 trabajadores de prensa, 16 familiares y 9 amigos de comunicadores, y 3 civiles.

Además de 27 desapariciones forzadas pendientes de investigación y por consecuencia de aclaración. [email protected]