IMPULSO/ Agencia SUN
Ciudad de México
Más que una película para niños, lo que quisieron transmitir en la tercera entrega de “Cars” era un mensaje de amor y de unión. Así lo expresaron Brian Fee y Andrea Warren, director y productora respectivamente, en su visita a la Ciudad de México.
En entrevista para EL UNIVERSAL, explicaron que las emociones y el mensaje de inclusión era muy importante para ellos de reflejar a través de la historia del popular coche de carreras, además de revelar por qué era tan importante para ellos a nivel personal.
“Creo que la historia viene de nuestros corazones, por eso es que somos tan apasionados sobre ella. Veo la relación que tengo con mis padres y veo la que tengo con mis hijos y esa es una de las tantas inspiraciones.
Es una historia muy personal y estoy muy orgulloso de hacerla, los personajes y todo el mundo de Cars es como una familia para mí porque llegué a Pixar con Cars 1 y ahora es como tener una reunión familiar para mí”, afirma sonriente Fee.
Para Warren, la importancia del mensaje radicaba también en que muchas veces era más sencillo contar un mensaje importante a través de personajes a los que los niños sienten apego. “Nos tomó dos años hacer esta película, es importante que hiciéramos la mejor película que podíamos y es personal porque es como un regalo que le das a tus hijos. Hay lecciones en ella que probablemente escuchen más si es dicho por los personajes que si sólo escucharan sobre ello, hay preguntas y respuestas en ella. Como padres queremos contarles lo que queremos que entiendan y por eso se siente tan importante para nuestros hijos.
Hay una gran diversidad en nuestro elenco, tenemos un personaje que fue inspirado por Wendell Scott, que fue el primer piloto afroamericano, y su historia nos inspiró bastante, su valentía y todo lo que hizo para sobresalir. Creo que esas historias son importantes, es de gran relevancia reflejar la variedad que existe en el mundo porque eso está allá afuera y eso queremos en nuestro elenco”, externo.
El director afirma que uno de los grandes placeres al hacer esta película fue el poder trabajar de la mano de Owen Wilson, quien en su versión en inglés presta su voz al Rayo McQueen, además de subrayar que si bien la meta del proyecto no es hacer llorar a los pequeños, sí radica en el hecho de dejar una huella y un mensaje positivo.
Me encanta trabajar con todo el talento que prestó su voz, Owen es genial, en cuanto empieza a hablar enfrente del micrófono y dice sus líneas, ese fue el momento en que aparece el Rayo McQueen, esa es la voz que tengo en mi cabeza, es muy fácil trabajar con él. También es escritor y es difícil, así que pregunta sobre líneas que estaban escritas y fuimos capaces de poder improvisar otras cosas un poco diferentes a como estaban escritas en las páginas. Eso me emociona, cuando algo se puede hacer mejor.
Nuestra meta es no hacer nunca llorar a nadie, no es lo que perseguimos pero esperamos que la gente se pueda conectar y relacionar con los personajes, que se interesen por su vida. Me gusta pensar que si alguien llora debido a una película de Pixar es porque le gustan los personajes. Recuerdo que las películas que más me gustaron de niño fueron aquellas que me hicieron sentir algo que no esperaba sentir”, apuntó.
Aún cuando afirman sentir un gran aprecio por los personajes, desconocen si esta será la última entrega de los autos de carreras, pero Warren aseguró: “Amamos a estos personajes y eso quiere decir que estamos interesados en saber qué más pueden experimentar. Si tenemos una versión que amemos y que creamos que es interesante y que valga la pena contar, definitivamente lo haríamos”.