- Esta realidad ha generado autocensura por parte de los medios de comunicación, señala el académico Lenin Martell Gámez.
IMPULSO/Miguel A. García
Toluca
La presión de grupos de poder dentro de los gobiernos y las amenazas del crimen organizado se han convertido en el principal obstáculo para ejercer la libertad de expresión en México, así lo señaló el maestro en Comunicación de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM), Lenin Martell Gámez.
Luego del asesinato del periodista y escritor Javier Valdez en el norte de la República, el especialista señala para IMPULSO que esta realidad de nuestro país ha generado la autocensura de parte de la población y de los propios medios de comunicación.
“La falta de presión por parte de la población para exigir mejores contenidos complica un verdadero ejercicio de la libertad de expresión en México”,
Lenin Martell Gámez,
Académico de la UAEM.
Ante ello, dice, el ejercicio periodístico se ha centrado en una actividad emprendida por decisión personal hasta los límites que desee el comunicador, buscando los temas que no están dentro de la agenda pública, pero que también quiere escuchar la ciudadanía.
“A veces se tienen que arriesgar más, cierto que es muy peligroso, pero, a veces, por falta de interés, por falta de profesionalismo, el periodista no lo está haciendo”, afirmó.
Reconoció que urgen mejores legislaciones que quiten los candados y protejan verdaderamente a los periodistas, ya que, en nuestro país, la amenaza del crimen organizado se ha constituido como el eslabón más débil en la cadena para informar. Reprochó con ello el desinterés de los gobiernos por garantizar una mejor libertad de expresión.
“Dicen que, hoy en día, se puede criticar al Presidente, pero eso no es cierto, se puede hablar de lo que ya no se puede defender, pero si se pudiera criticar de todo, entonces no existirían casos como el de Aristegui”, terminó.