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Monja prófuga por abuso sexual grave se entrega en Argentina

IMPULSO/Edición Web
Mendoza

La monja Kosaka Kumiko, que se entregó este martes tras un mes de estar prófuga, declaró este jueves ante la Justicia argentina, que dispuso su detención luego de imputarla por el delito de abuso sexual gravemente ultrajante cometido contra una menor hipoacúsica del Instituto Próvolo de Luján de Cuyo.

Tras declarar durante diez horas ante la Fiscalía que investiga el caso, Kumiko fue trasladada hasta el anexo de mujeres “Agua de las Avispas”, próxima a la unidad penitenciaria de Almafuerte de Mendoza.

La imputación a la religiosa incluye la “omisión del delito de abuso sexual con acceso carnal” agravado por ser “guarda” de la víctima y aprovechando la situación de “convivencia preexistente”.

Junto Kumiko ya están imputados y detenidos los sacerdotes Horacio Corbacho, de 55 años; y el italiano Nicolás Corradi (82), quien tenía acusaciones similares en Verona, Italia, en los años 80 y fue trasladado a Mendoza. También están detenidos el monaguillo Jorge Bordón (55); el ex empleado del instituto, José Luis Ojeda (41), quien también es sordo, y el jardinero Armando Gómez (46).

El abogado defensor de las víctimas, Sergio Salinas, informó este jueves que la religiosa prestó declaración por tres hechos concretos como “el haberle puesto un pañal para detener el sangrado a una nena abusada por Corbacho; haber mandado a una víctima a donde estaba Corbacho para que éste la abusara; y participar de corrupción de menores y ver pornografía junto a Jorge Bordón, otro de los imputados”.

Kumiko no pertenece a la misma congregación que los religiosos del Instituto Próvolo, sino a la orden de las hermanas “Nuestra Señora del Huerto”, que tiene sedes mendocinas en el departamento de San Carlos y en Buenos Aires.

La religiosa llegó desde San Carlos a trabajar con las niñas que asistían al instituto para hipoacúsicos y que, al vivir lejos, se quedaban a dormir en la institución. Según trascendió, la familia de Kumiko es de origen japonés pero ella es argentina y había trabajado en el Instituto Próvolo desde el 2004 al 2012.

Salinas recordó que la víctima que la acusó apuntó en su testimonio, dado en lenguaje de señas, “a una monja con rasgos achinados’”, sobre la que dijo que “fue quien le puso el pañal tras la violación que sufrió la menor ocultando y teniendo conocimiento que había sido violada”.

En ese testimonio, la joven aseguró que “una de las monjas que la golpeaba sabía lo que pasaba y que además veían cuando se les exhibía pornografías” tras lo cual contó “como a ella una vez la subieron a un cuarto para abusarla y que en el lugar había cadenas y la esposaron de las muñecas”, según el letrado.

Kumiko llegó esposada y con sus hábitos cerca de las 11 a la sede de los tribunales provinciales, donde ingresó al tercer piso de la Unidad Fiscal de Lujan de Cuyo para escuchar las acusaciones en su contra.

La mujer declaró por espacio de casi diez horas y se negó a contestar preguntas de la querella, interrogatorio que ocurrirá en otra fecha aún no precisada. Durante las horas que duró su declaración, según comentó Salinas, negó las acusaciones en su contra y enumeró “las labores que hacía en el Instituto donde velaba por los niños”.

La indagatoria la realizó el fiscal subrogante Flavio Damore dado que el fiscal de la causa, Gustavo Stroppiana está de licencia.

Esta nota fue publicada originalmente por Diario Popular y la puedes consultar directamente en
https://www.diariopopular.com.ar/policiales/imputaron-monja-japonesa-abuso-sexual-gravemente-ultrajante-n308328

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