Noviembre 5, 2024
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Síntesis mexiquense

 

IMPULSO/ Ángel Díaz Del Río
Migrantes
En los últimos años, el Estado de México ha sido testigo del paso de miles, quizá cientos de miles de migrantes que vienen tradicionalmente de Centroamérica, aunque se han incorporado recientemente personas de Sudamérica y del Caribe, hasta de otros continentes como el africano.
Municipios como Tultitlán, Huehuetoca o Cuautitlán han sido de manera particular el escenario de este tránsito de personas viajeras, sus habitantes han sufrido las oleadas de seres que buscan mejores horizontes, muchos de los cuales deben quedarse en el camino, quizás para agarrar fuerzas, quizás para ganar algunos centavos, quizás para reflexionar sobre la conveniencia de seguir el periplo hasta el vecino país del norte.
En ese “quizás”, muchos de los que bajan de “La Bestia” se quedan a pedir unos pesos de ayuda a los mexiquenses, que ya se acostumbraron a su presencia cotidiana. Es común ver en los cruces de las avenidas a estos trashumantes sin tierra. Tan es común que en Tultitlán funcionó durante muchos años un albergue para dar cobijo y alimento a los migrantes con el apoyo de la iglesia católica, pero poco les duró el gustó porque lo cerraron.
Es tanto el flujo de migrantes que el Valle de Toluca ya percibe su presencia, para no ir tan lejos, allá por las vías del tren, es muy común encontrarlos pidiendo una monedita para comer.
Todo esto viene a colación porque desde el Gobierno estatal poco se ha hecho para ayudar a estos caminantes sin patria que viajan y caminan ajenos a los peligros que pueden encontrar a su paso.
Claro, dirán algunas personas que primero hay que atender a los mexiquenses, procurar satisfacer sus necesidades, que en algunos casos son muchas, y después ver por los de fuera. Pero se trata de una cuestión de humanismo, sólo eso. Ayudarlos es mostrar que los mexiquenses aún podemos mostrar misericordia por nuestros semejantes y aquí es donde viene lo bueno porque los candidatos poco han expresado por ayudar a estos personajes.
Ayer, el sacerdote Alejandro Solalinde, que ha hecho del tema de los migrantes su misión particular, entregó a la candidata morenista, Delfina Gómez, un proyecto para atender a este sector y ella se comprometió a ponerlo en práctica si es que gana las elecciones de junio. Y como en la política hay que ver más allá de los hechos, resulta curioso que esta actividad se haya realizado en Ixtapaluca, un lugar donde el paso de los migrantes no es significativo, y que hayan eludido los principales centros que viven este fenómeno. ¿Será que en esos lugares Solalinde no es bien recordado?
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En el Municipio de Coacalco, el candidato de la alianza integrada por PRI, Verde Ecologista de México, Nueva Alianza y Encuentro Social, Alfredo del Mazo Maza, prometió que, en caso de resultar electo el cuatro de junio, dotará de agua potable a todos los habitantes de esta localidad, dará mantenimiento a los pozos existentes y abrirá nuevos para cubrir la demanda del recurso natural.
Del Mazo Maza reiteró que una de sus prioridades en Coacalco es la seguridad en las calles, en el transporte público, en el hogar y el trabajo, así como acercar a los habitantes de la demarcación nuevas fuentes de empleo, esto sin olvidar el Salario Rosa para las mujeres más necesitadas del Estado de México.
Eso de la seguridad fue bien recibido por los habitantes del lugar, pues, no hace mucho, Coacalco era escenario de la lucha entre dos grupos crimanales por el control de la plaza. Parece que ya se pusieron de acuerdo o que ya se dividieron el territorio porque las balaceras han pasado a la historia.
No sucede así en otros municipios mexiquenses donde, lamentablemente, las condiciones de inseguridad son notables, es el caso de la zona de Ecatepec-Acolman-Tecámac, en la que, hace apenas unos días, una banda de pistoleros balaceó a choferes de una empresa de transporte público, matando a dos de sus ellos.
Bueno, pues esa misma banda de delincuentes mató la mañana del miércoles a otros dos choferes, pero ahora en Acolman, todo porque los empresarios no han cumplido con el pago de la cuota que les estipularon para dejarlos trabajar sin problemas.
Reiteramos que todo eso sucede pese a los esfuerzos que ha emprendido el gobernador Eruviel Ávila Villegas de manera conjunta con el Ejército, la Marina, la Policía Federal y las municipales. Atrapan a unos, pero son miles los que aún andan trabajando, quizás la falta de empleo sea una de las causas.