IMPULSO/Agencia SUN
Ciudad de México
Verónica Becerra confirmó que durante cuatro años ha sido víctima de violencia de género y sus hijos blanco de maltrato infantil, violencia física, sicológica y emocional por parte de Antonio Echevarría Domínguez, ex gobernador de Nayarit, y de sus hermanos mayores.
De acuerdo con un video, se aprecia a Echevarría Domínguez gritando groserías e insultos a un niño -aparentemente su hijo- quién, sentado en un sillón, llora mientras dice que esperará a su mamá para que lo recoja. Al respecto, Verónica Becerra escribió en su cuenta de Facebook que con la actitud en agravio de sus hijos se ha incurrido en discriminación y vulneración de sus derechos fundamentales. “Pruebas contundentes, hay innumerables”.
“Actos consentidos por la Procuraduría de la Defensa del Menor y la Familia, Juzgados de Distrito, Ministerio público, Juez primero de Primera Instancia, Fiscalía general del Estado, Tribunal Superior de Justicia de Nayarit, Director del Registro público de la Propiedad del Estado de Nayarit, SHCP, etc. La Corrupción no es ajena a la familia Echevarría”, dice.
Sostiene que en su caso se fraguó “un gran fraude procesal, fraude familiar, en perjuicio de menores de edad. Pruebas contundentes y reales, existen en los expedientes asignados. Y se sigue protegiendo a la familia Echeverría García, a quienes hago responsables de mi integridad física y la de mis hijos (Sic)”.
Tras rechazar que sostenga una relación con Alejandro Duarte -quien es citado en el video por el ex gobernador Echevarría- sostiene que hay una violencia y maltrato infantil contra sus hijos, que ha sido consentida por el sistema judicial de Nayarit.
“Que él te mantenga, pa’ que le digas papá al cabrón de Alejandro Duarte; estuvo en el bote dos veces porque es una rata el cabrón. Le dices que yo le dije al cabrón que es una rata el hijo de la chingada. Qué bonita chingadera… le dices eh, y que eres un mentiroso, todo lo que le dijiste a tu madre”, son algunas de las frases utilizadas contra su hijo por un Antonio Echevarría visiblemente furioso.
“Es tiempo de que yo cuente mi versión no sólo de palabra, sino con pruebas. 4 años en espera de Justicia. No soy responsable de los tiempos electorales. Con pasos firmes, es mi deber, seguir avanzando creyendo que la Justicia, a todos nos alcanza. Ni soy la Loba Feroz, Ni el padre de mis hijos es el Caperucito”, dice.