IMPULSO/ Agencia SUN
Ciudad de México
Fuegos artificiales, pelotas gigantes y muchos beats fueron los protagonistas del cierre del festival Ceremonia.
Primero, Björk apareció graciosa en su traje blanco y enmascarada. Dijo “hola” y “gracias” en español.
A diferencia de su concierto en el Auditorio Nacional, donde la mayoría del público respetó la petición de no grabar ni sacar fotos, en el Foro Pegaso sólo se necesitó la aparición de la finlandesa para que una ola de pantallas apareciera sobre el público.
La cantante, amante de los espacios abiertos, ignoró el hecho y se entregó a cantar y disfrutar de la orquesta bajo la batuta del mexicano Odilón Chávez.
Sin importar la hora ni el frío, los seguidores de la cantante le aplaudieron sus pasos, sus videos, su voz y al final los fuegos artificiales sorprendieron a todos.
Y a los pocos minutos, Underworld hizo lo suyo en el otro escenario, donde todos bailaban, brincaban y se movían al ritmo de los británicos.
Pelotas gigantes entretuvieron a los asistentes, lo que les ayudó a entrar en calor y así resistir los poco más de 10 grados centígrados.