IMPULSO/ Redacción
Toluca
Investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) identificaron en esculturas de Chichen Itzá un material con gran simbolismo empleado para diversos rituales, se trata del cinabrio o sulfato de mercurio, con el que cubrieron piezas como el Chac Mool y el Trono-Jaguar, localizados en la subestructura de El Castillo en Yucatán.
El uso de esta sustancia, considerada un material de lujo en ese tiempo y sólo para las clases altas, se debió a su “tonalidad bermellón, vinculada con la sangre y con los rituales de vida y muerte”.
El cinabrio también se empleó en piezas como la Reina Roja, en Palenque, Chiapas, aunque también se ha hallado en el revestimiento de los murales del Palacio de Quetzalpapálotl, espacio residencial de la zona arqueológica de Teotihuacan, indicó el INAH.