IMPULSO/María Guadalupe Colín Romero
Metallica hace veinticuatro años
En esta ocasión, compartiré un sentimiento de incredulidad (después de una semana, sigo sin creerlo) que tal vez algunos más entraditos en años podrán criticar o no tomar en serio; por otro lado, algunos más (de mi generación y las que le siguen, incluso mis hijas a pesar de ser pequeñas) podrán identificarse con su servidora, pero lo relevante de esta entrega son las emociones desatadas a causa del hecho en sí mismo.
Después de una serie de eventos inesperados, la noche del viernes tres de marzo, un grupo de seis amigos nos encontrábamos a las afueras del “Foro Sol” en la Ciudad de México, al igual que varios grupos de personas que luchaban contra el tráfico (automóviles y humanos) para llegar a la entrada principal del recinto.
La puerta 6 fue el primer testigo de la efusividad y el “ansía” de los fanáticos de Metallica; las generaciones más longevas fueron tal vez partícipes de esta experiencia justo hace 24 años, cuando, el dos de marzo de 1993, la banda estadounidense originaria de los Ángeles California arribaba por primera vez a tierra azteca.
Este año, con tres fechas (primero, tres y cinco de marzo), prometía hacer vibrar nuevamente a quienes por décadas han seguido su trayectoria, confiando así también en que, con “Hardwired… to Self-Destruct”, las nuevas generaciones podrán tener como referente la esencia de una de las bandas más populares de la escena del Heavy Metal desde principios de la década de 1980.
Después de meses de haber adquirido las entradas, ¡por fin, el día había llegado!; a causa de los inconvenientes técnicos que padecimos (con el auto y, posteriormente, con el colectivo) llegamos con la adrenalina a tope por tratar de ocupar nuestros lugares a tiempo. En el momento de pasar por los ‘accesos’, fuimos parte de una multitud que apresuraba el paso al escuchar los últimos minutos de la participación del invitado especial: el legendario “Iggy Pop”, cantante estadounidense oriundo del Estado de Michigan. Iggy, uno de los pioneros del movimiento punk del vecino del norte, al estar acompañado con “The Iguanas”, “The Stooges” y, como solista, de James Newell Osterberg, es referente desde la década de los 60 y uno de los exponentes musicales veteranos aún en activo que ha dejado un legado en la cultura popular contemporánea del siglo pasado.
Después de una caminata, que a pesar de ser corta se volvió relativamente infinita, cerca de las 21:30 horas, Lars Ulrich, Kirk Hammett, Robert Trujillo y James Hetfield hicieron presencia conmocionando en un grito a más de 50 mil asistentes. “The Ecstasy Of Gold” retumbaba en las columnas de audio, pieza que “Metallica” retoma de Ennio Morricone (compositor italiano nacido el 10 de noviembre de 1928), creador de infinidad de temas que han engalanado producciones cinematográficas tales como “Spaghetti Western”, “Il buono, il brutto, il cattivo” (El bueno, el feo y el malo) o “Cinema Paradiso”, por mencionar algunas, es justamente del “Éxtasis del Oro” que se desprende de “El bueno, el feo y el malo”. Según lo menciona el ‘website’ oficial de la banda, esta obra ha sido la introducción de cada concierto desde el año de 1983, incluyéndola en el ‘tracklist’ del álbum con la Orquesta Sinfónica de San Francisco en 1999 “S&M”, también es incluido en “We All Love Enio Morricone” de 2007, tributo donde además partici
paron Andrea Bocelli, Bruce Springsteen, Roger Waters, Yo-Yo Ma y Celine Dion, producción en la que Metallica y Bruce Springsteen fueron nominados al Grammy como mejor presentación rock instrumental, mismo que Springsteen ganaría al final.
Comienza la aventura audiovisual con el intro de Hardwired”, siguiendo con “Atlas Rise”`, tracks 1 y 2 de su onceabo trabajo de estudio lanzado al mercado el pasado 18 de noviembre, grabado bajo el sello Blackened Recordings (del cuarteto) y distribuido por Universal a nivel mundial. En este momento, la euforia subió al instante en que Hetfield pronuncio “we don’t give a fuck what do you look like, who you are, were you come from, what color you are, where are here tonight! We are family! welcome to the Metallica family” para dar pie a los primeros acordes de For Whom the Bell Tolls”, sencillo que se desprende de su segundo disco “Ride the Lightning” de 1985, el track está inspirado obviamente por la novela de Hemingway, en él, se muestra la maestría de Clifford Lee Burton, segundo bajista de la agrupación (desde 1982), quien imprimiera una técnica creativa muy distinta en la composición y ejecución del bajo, sello distintivo de la volátil y genuina etapa trash de Metallica.
El concierto siguió su rumbo con ‘Fuel’, sencillo del disco “ReLoad”, lanzado en noviembre de 1997, aunque pudiera parecer que la letra está centrada literalmente en los excesos de la velocidad en comparación con las nuevas maneras de llevar el tren de vida, esta canción se ha relacionado de manera extraoficial con la lucha de James contra el alcoholismo. En este punto, comienzan los remates con pirotecnia que sin duda dejaron marcado este suceso como único en la vida de muchos que apenas descubrimos lo que es compartir tiempo y espacio con Metallica.
Después de una dosis de adrenalina, comienzan los primeros acordes de la balada ‘The Unforgiven’, incluida en uno de los discos más representativos ytambién más controversiales: “Metallica (Black Album)”, el cual salió a la venta el 28 de octubre de 1991. Este ‘track’ estuvo inspirado en el ‘western’ americano de 1960 “The Unforgiven” (Los que no perdonan) estelarizada por Burt Lancaster y Audrey Hepburn, cinta que fuera rodada en el Estado mexicano de Durango; la pieza del Black Album fue estrenada durante la gira “Nowhere Else to Roam” (1991-1993), la cual ha contado con varios covers en diversos géneros tales como bluegrass, cantos gregorianos y las versiones de Apocalyptica y Harptallica.
La noche continuó con la ejecución de ‘Moth into Flame’ (2016), y ‘Harvester of Sorrow’ del “…And Justice for All”, trabajo que fue vendido en agosto de 1988, compilado que marcó una nueva etapa dentro de la conformación de la banda, contando con quien fuera el tercer bajista: Jason Newsted; además de que este material fue catalogado por la crítica de ese entonces como un material bueno en general, pero con muchas pretensiones.
Después de una serie de intervenciones solistas de Robert Trujillo y Kirk Hammett, Metallica prosiguió con la presentación de Halo on fire” de la nueva producción y “No Remorse’, momento esperado de la noche al recordar la producción del 25 de julio de 1983 “Kill ‘Em All” (debut de los californianos), la cual, además de las bases históricas respecto al género trash, también significó etapas clave dentro de la estructura de Metallica. En este disco, se contó con dos bajas a causa de la salida de Ron McGovney, primer bajista, y de Dave Mustaine, guitarra y voz, siendo sustituidos por Burton y Kirk Hammett, ambos fueron la combinación perfecta y clave que diera pie a la época del glorioso trash que “Metallica” explotó hasta finales de la década de los 80.
En el siguiente bloque, deleitaron a los presentes con otros clásicos no menos importantes: ‘Sad but True’, quinto sencillo del “Black Album”, seguida de ’One’ de 1988, ‘Master of Puppets’ del disco homónimo de 1986, referente indiscutible de la banda (siendo el sencillo la canción más tocada por ellos en concierto), aunque a nivel anímico este álbum significo un duelo del que los integrantes de la banda tardarían mucho en recuperarse: la muerte de Cliff Burton a causa de un accidente automovilístico pocos meses después del lanzamiento de del material mencionado.
A continuación, un cosquilleo en el estómago no se hizo esperar con ‘Fade to Black’, primera balada de la banda lanzada en 1984; posteriormente, elevaron el clímax de la velada con ‘Seek and Destroy’, publicada el 16 julio de 1983.
Fue así que nada más importó aquella noche más que la conexión de la agrupación con su público mexicano, pacto que quedó sellado con ‘Nothing Else Matters’, para después entrar al mundo de los sueños, liberando la energía acumulada durante el recital con ‘Enter Sandman’, con lo que la pesadilla del final era ineludible, aunque breve, libero mil y una emociones de aquellos que desde siempre han seguido esta controversial carrera, pero también significó la oportunidad que las nuevas generaciones tuvimos para probar las mieles de un legado impresionante, para los que tuvimos la fortuna de crecer con este tipo de producciones que han dejado huella en la escena musical de la humanidad, aún a pesar de los detractores que han surgido y que seguirán opinando mientras “Metallica” siga vendiendo entradas.
Finalmente, sólo me queda externar que me hubiera gustado escuchar ‘Whiskey in the Jar’, ‘Wherever I May Roam’ (la cual ejecutaron en la tercera fecha) e incluso llegue a extrañar ‘St. Anger’, extrañando aún más la presencia de Jason Newsted, aclarando que no tengo nada en contra de Trujillo, simplemente es la nostalgia de referenciar a James, Lars, Kirk y Jason como mi “team forever” de “Metallica”. “No se trataba de hacer la música más rápida o más pesada, si no de hacer la que más perdure… y lo logramos”, Lars Ulrich.