IMPULSO/ Francisco Javier Estrada
Las rentas mínimas
Hay que revisar a otros países para entender el nuestro, y el leer periódicos de fuera del país es tener la posibilidad de conocer otras realidades y así compararlas con lo que sucede en México.
En el tema de la economía, el caso español es interesante, hay que ver lo que sucede en España. Leo en el periódico “El país”, en la página de Economía y Negocios, lo que señala el reportero Alejandro Bolaños, quien desde Madrid escribe: “Las rentas mínimas apenas llegan a un tercio de los hogares sin ingresos […], es la última red en la red de protección social”.
Luis Ayala, catedrático de Economía de la Universidad Rey Juan Carlos, se refiere a las rentas mínimas que ofrecen las comunidades a personas sin recursos. El repunte de la pobreza por la crisis evidencia que esta malla de ayudas es demasiado débil. Y que en algunas autonomías los agujeros son enormes. Las rentas mínimas, ese mundo donde sólo se puede hablar de la pobreza extrema o la pobreza a secas, que nos lleva a pensar en las ‘viviendas’ sin techo adecuado, con piso de tierra, con fogones de leña apenas implementado como si se viviera en el siglo XIX.
Pero la pobreza se expresa de manera diferente: la crueldad de la existencia humana se comprueba con los hechos que vive en España, y parece que no vivieran en la Europa de la riqueza cultural, económica o política. Ciertamente los pobres en ese país no tienen que ver con la manera cómo viven los reyes de España.
Dice el reportero que he citado: “En 2013, apenas un tercio de los más de 700,000 hogares sin ingreso accedieron a ellas. Pero en Castilla-La Mancha la ayuda no llega ni al 5% de esas familias, cuando en Euskadi y Navarra garantizan holgadamente la cobertura a todo el colectivo”.
Hay de regiones a regiones, por ejemplo, ya sabemos que en México la pobreza extrema es asunto de nuestros indígenas, y que son ellos los que por cinco siglos han sufrido el genocidio, primero de los españoles, y ahora de los mestizos. Y esta realidad podemos pensarla para las regiones de una España que alguna vez fue un imperio poderoso.
Hay regiones que reciben más que otras, hay clases sociales que reciben más que otras, hay grupos sociales que reciben más que otros. Y el problema de la pobreza se convierte en tema recurrente, pandemia que causa vergüenza a quienes sabemos que toda injusticia no tiene ninguna posibilidad de ser defendida por moral o ética que le revise.
El estudio de este reportaje es muy objetivo, leo, por ejemplo: “El sistema de garantía de rentas mínimas debe asegurarse de que todos los ciudadanos y ciudadanas tengan los mismos derechos”, reclama la red Europea de la Lucha contra la Pobreza en su informe sobre España de 2014. Para ello cree imprescindible la intervención del Gobierno en el sistema autonómico”. Palabras que definen el problema de nuestra política social en México.
Cómo lograr que las regiones más pobres alcancen la posibilidad de dejar esa situación que crea todo tipo de sufrimientos. Hasta el que sean reservas negativas para que la delincuencia organizada utilice a los jóvenes de estas regiones como carne de cañón en todas las desventuradas formas de vivir y morir. Otra parte de mi lectura dice: “Cáritas dice que debe garantizarse entre el 75% y el 85%& del salario mínimo (entre 480 y 550 euros) a 700,000 familias sin recursos, lo que multiplicaría por cuatro (hasta los 4,600 millones) el presupuesto actual. Unicef aboga por elevar la ayuda por hijo de los 290 euros al año hasta los 1,200”.
Vivimos una crisis mundial de la pobreza y la desigualdad. Lo que sucede en el África en este 2015 es prueba de que el mundo anda de cabeza. De que la desigualdad y la injusticia son pan de cada día, y no se ve cómo es que se va a solucionar el problema de la pobreza, que trae consigo falta de educación, cultura, trabajo, respeto social, salud y que todo ello, en falta de vivienda digna, de vestido adecuado a la vida de cada lugar y país en el mundo, y de alimento.
Todo, recordémoslo, tiene que ver con el gasto de miles de millones de euros en Europa, y de miles de miles de millones en pesos mexicanos, para que en nuestro caso se pueda sacar a los más de 10 millones que tenemos de mexicanos en pobreza extrema.
