Miguel García /Toluca
Datos de la Comisión Nacional del Agua señalan que el año del 2012 fue el más complicado para la República Mexicana en materia de sequía y altas temperaturas; condición que según Índice estandarizado de precipitación mostró variaciones similares en el 2020 y 2021.
Miguel Camacho, investigador en sistemas hídricos de la UAEM, advierte que esto se manifiesta con la tendencia que ha dejado nuestras principales presas con registros históricos a la baja; pese al inicio de la temporada de lluvias, advierte, es muy probable que este año mantengamos el mismo régimen de agua que no nos permita salir del déficit que padecemos.
“Afortunadamente ya han iniciado lluvias pero estas se han registrado esporádicas focalizadas no es una condición generalizada en el estado y estamos trabajando con la información pero nuestros resultados preliminares indican que la condición de déficit va a continuar”, expresó.
En el inicio de la temporada, destacó, se está por debajo de la lluvia normal, tan solo en el 2021 hubo precipitaciones, que apenas representaron una tercera parte de lo normal. Esto habrá afectar directamente a la agricultura y en consecuencia a la producción y precio de los alimentos.
“Que los cultivos no tengan el agua suficiente para producir el grano y la calidad del grano vamos a tener consecuencias importantes en el alza de precios escacez de alimentos y todo lo que esto pueda generar, estamos hablando del estado del México pero se vuelve más severa hacia el norte”
Llamó a generar de manera urgente medidas de mitigación para reducir consumos que tenemos del recurso, orientando programas y recursos a la gestión de residuos hídricos y en áreas prioritarias de sequía.
“De ahora en adelante nos hemos tardadado debemos construir ciudades, ms resilientes mejorar nuestros abastos de agua potable consumir menos agua desarrollar tecnología para reutilizar el agua en viviendas re utilizar el agua en la agricultura es decir estamos consumiendo o utilizando agua buena para usos que no requieren tal calidad”.
Pugna por la consolidación de un sistema universitario de monitoreo hidrológico ambiental a fin de medir la problemática y presentar soluciones desde la academia.