IMPULSO/ Agencia SUN
México
Los niveles históricos que estableció y los desafíos económicos que plantea a empresas,hogares y gobierno, convierten al superdólar en la figura del año.
El tipo de cambio se ha traspasado con mayor magnitud a la inflación, elevó la deuda externa, afectó el comercio exterior y los resultados de las empresas, incluso se asocia con renuncias de funcionarios.
El dólar se cotizó este jueves a 21.00 pesos en ventanillas de Citibanamex y Santander, un repunte de 3.47 unidades en el año, lo que convierte a la moneda mexicana en la segunda más perdedora en 2016, sólo por debajo de la depreciación de la unidad argentina.
La divisa culminó en 21.05 pesos el 1 de diciembre, después de que el gobernador del Banco de México (Banxico), Agustín Carstens, anunció su renuncia al cargo ese día. Una cotización sólo equiparada a la observada el 24 y 11 de noviembre, cuando también acabó en ese precio. El desenlace inesperado en las elecciones para presidente de Estados Unidos, que dieron el triunfo a Donald Trump, asestó el golpe más duro al peso mexicano. Durante la semana de los comicios, la moneda se hundió como en plena crisis de 2008-2009.
La debilidad de la divisa se debe a la incertidumbre sobre los efectos que puede tener Trump en la relación bilateral entre México y Estados Unidos, mediante la instrumentación de políticas que obstaculicen el comercio exterior y la inversión extranjera en territorio mexicano.
El superdólar se fortalece también por la expectativa de que el programa económico de Trump estimule la economía estadounidense, mediante un mayor gasto público en infraestructura y menores impuestos, lo que puede impulsar la inflación y motivar aumentos de tasas de interés con mayor velocidad en ese país, restringiendo la liquidez financiera mundial. La unidad ganó más fuerza por el desplome de los precios del petróleo, particularmente frente a monedas de países con presupuestos que dependen de las ventas del hidrocarburo, como el peso mexicano.
La moneda mexicana se depreció por los desequilibrios en las cuentas externas propiciados por el saldo negativo de la balanza petrolera, el déficit fiscal, entre otros factores.
Por si fuera poco, el peso mexicano fue víctima de especuladores como nunca antes se había visto. Agustín Carstens culpó a “robots cibernéticos” de parte de la debacle de la moneda en marzo de este año. La falta de certidumbre sobre la salida de Reino Unido de la Unión Europea y los riesgos relacionados al proceso de ajuste de la economía en China, inyectan todavía más fortaleza al superdólar.
Efectos. Banxico reconoce que el traspaso potencial de las variaciones del superdólar a los precios es el principal riesgo para la inflación y sus expectativas en México.
Los precios al consumidor subieron 3.31% en noviembre con respecto al mes similar del año pasado, se trata del mayor aumento desde diciembre de 2014, aunque las mercancías no alimenticias, asociadas en mayor medida al tipo de cambio, se han incrementado al ritmo más pronunciado desde finales de 2012.
La autoridad reconoce: “La variación ascendente de los precios al productor es una señal de alerta y es que aumentaron 7.87% en noviembre en comparación con el mes similar del año pasado, se trata del incremento más pronunciado desde principios de 2009 y además han subido a más del doble que la inflación al consumidor”.
Banxico se ha visto obligado a subir el costo de los créditos por cinco ocasiones en el año, nunca se había registrado tal cantidad de aumentos en tan poco tiempo, argumentando el traspaso potencial de las variaciones del tipo de cambio a la inflación.
El pasado 22 de agosto, la Secretaría de Hacienda estimó que el saldo de la deuda pública como proporción del Producto Interno Bruto (PIB) ha crecido en 4.1 puntos porcentuales entre 2012 y 2016 como consecuencia de la depreciación cambiaria, de los que 0.9 puntos corresponden a este año.
Al día siguiente, la agencia Standard & Poors revisó de “estable” a “negativa” la perspectiva de la calificación de México, la cual se ubica en “BBB+”, y significa que puede degradar la nota en los 24 meses posteriores al anuncio.
El superdólar mermó los resultados de las empresas mexicanas, puesto que incrementó sus costos y endeudamiento, además de que encareció las opciones de financiamiento. El Índice de Precios y Cotizaciones de la Bolsa Mexicana de Valores suma una ganancia de 4.5% en el año, mientras que su similar en Brasil se ha disparado 31.7% y Colombia acumula 17.3%.
La divisa repercutió en el comercio minorista en México y es que las importaciones no petroleras de bienes de consumo se desplomaron 14.7% en octubre con respecto al mes similar de 2015. Se trata del descenso más pronunciado en los últimos siete años y además fue el sexto mes consecutivo a la baja. El valor de las inversiones en México ha perdido valor por la depreciación del peso frente al dólar, lo que puede explicar la salida de los extranjeros del mercado de dinero.
De acuerdo con información de Banxico, los valores gubernamentales en manos de foráneos fueron de 2.03 billones de pesos al 12 de diciembre de este año, una disminución de 92 mil 313 millones con respecto a finales de 2015. El director de Estrategias de Mercado de Finamex, Guillermo Aboumrad, calcula que el peso mexicano ha sido la peor inversión, con las mayores pérdidas en lo que va del año, para los extranjeros que invierten en monedas emergentes y buscan ganar.
Destacó que las monedas con mayores retornos han el real brasileño, el ruso rublo, el rand sudafricano y el peso colombiano con grandes retornos positivos, mientras que el peso mexicano se encuentra al final de la tabla con minusvalías de 13.1%.
CONSECUENCIAS
21 PESOS POR DÓLAR fue la cotización el 1 de diciembre, luego de que Agustín Carstens anunciara su renuncia.
3.31% SUBIERON los precios al consumidor, con respecto al mes similar del año pasado, según Banxico.
4.5% SUMAN las ganancias de la BMV en 2016, mientras que su similar en Brasil se disparó a 31.7%%.