Diciembre 23, 2024
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2 de Octubre ¿y sí se olvida?

IMPULSO/
Tato A. Ybarra

Ayer no fue un día común, dicen los amos del cliché, “2 de octubre no se olvida”, quisiera saber si los que exponen tal frase reconocen la importancia de esa fecha a partir de un momento personal, familiar o al menos cuentan con información de primera mano. ¿Cómo poder olvidar algo que no se vivió?, me refiero a las nuevas generaciones, a los que en 1968 no estaban (me incluyo) ni en la médula espinal de sus papás ¿qué saben y cómo lo aprendieron?
La fecha coincide al mismo tiempo con varios eventos más, incluido el día internacional de la “No violencia” propuesto por las Naciones Unidas en 2007 en homenaje al movimiento de independencia de la india, dicha bandera es actualmente usada para promover la justicia social, sin embargo, un día antes; es decir, la noche del domingo, Stephen Paddock, de 64 años, mató a 58 personas y dejó heridas a 500 en Las Vegas, un evento a todas luces indignante y reprochable.
Es más probable que no olvidemos la tragedia del 19 de septiembre que la misma represión estudiantil, aunque las dos cobraron vidas humanas, la segunda tiene que ver con algo qué el hombre no ha sabido controlar ni predecir, sólo prospectar, seguimos sin conocer cuál será la fecha y hora exacta de los sismos. Aquel día los mexicanos olvidamos todo y nos unimos codo a codo para levantar de los escombros a nuestros hermanos damnificados, reunir víveres y también para poner en jaque a nuestros gobernantes con sus partidos políticos en relación a la administración de los dineros y su uso; eso sí que no se olvida.
Un año antes de la matanza en la Plaza de las Tres Culturas, murió el nueve de octubre el Che Guevara, no se dio ni por enterado de la tragedia y aún así fue un estandarte de suma importancia para el movimiento. Hoy ,el compositor estadounidense (nacionalizado argentino) Kevin Johansen hace una crítica social sobre el revolucionario y la foto tomada por Alberto Korda, expone que ahora los ideales se han perdido y al mismo tiempo se han prostituido. “Todos declaran y hablan en nombre de él, como si fueran él, Yo me pregunto ¿qué estará pensando él si pudiera ver? Cómo se llenan de plata hablando de él sin saber nada de él, todos se compran la remerita del Che, sin saber quién fue, su nombre y su cara no paran de vender, parece McGuevaras o CheDonalds”. Hoy, dicha imagen irónicamente es una industria capitalista sumamente rentable.
Tristemente, la “falsa” bandera del dos de octubre es una viva imagen de esta canción, la cual infiere que la comercialización y las tendencias en redes sociales están plagadas de desconocimiento temático y falta de conciencia alguna de su función, objetivo y proceder.
En México y el mundo, hay días para todo, las emociones se hacen presentes cuando se conmemora un año más en cualquier cantidad de eventos (desgracias, desastres, festejos, etc.) y, un día después, lo que era tan importante pasa a segundo término, luego llega el olvido, transcurren 365 días más y el proceso se vuelve a repetir.
Lo cierto es que nos hace falta mucha información sobre todo lo que “pretendemos no olvidar, erradicar; cambiar” (Guerrero, Veracruz, Acteal, Atenco, etc.) y que en días subsecuentes pasa de moda; muy pocos son conscientes (no me incluyo) de todos los movimientos generados en nuestro país que han cobrado vidas y lo que significan o el para qué nos sirve entenderlos, analizarlos y cómo podemos modificar nuestra realidad inmediata.
Si bien la frase “el que no conoce su pasado está destinado a repetirlo” también es un cliché, lo que se nos olvida es que, aún con el paso del tiempo, seguimos enalteciendo a nuestros representantes políticos y más cuando la nómina está de por medio, que las clases sociales siguen imperando y los discursos políticos tan desgastados, siguen colocando en el poder a los opresores, quienes se disfrazan de ovejas para (aparentemente) crear empatía con los votantes; hoy el autoritarismo sigue estando presente entre nosotros y es legitimado por nosotros mismos; seguimos escribiendo nuestra historia, siendo el mes de la lucha contra el cáncer.
Ojalá nosotros, que ahora somos los redactores del presente, seamos parte de la vacuna contra esa enfermedad que no sólo es física, sino también social, no un día, no por un año, sin, toda la vida, mientras seamos parte de este tiempo y espacio que actualmente compartimos. Olvidémonos de las fechas dolorosas (teniendo en cuenta siempre los antecedentes) y mejor sigamos construyendo nuestro futuro como nación, que buena falta nos hace.

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